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Cleptomanía: la enfermedad de robar

ejemplo de mujer con cleptomanía

La cleptomanía es un trastorno psicológico caracterizado por la incapacidad de controlar impulsos de robar objetos, a menudo sin un motivo aparente o necesidad material. Las personas que padecen cleptomanía experimentan una urgencia irresistible de robar, a pesar de conocer que su acción es inapropiada. Este comportamiento genera sentimientos de culpa y ansiedad posteriormente. La cleptomanía es un trastorno psicológico que requiere atención profesional para su tratamiento y gestión.

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¿Qué es la cleptomanía y qué significa?

La cleptomanía es un trastorno psicológico caracterizado por impulsos recurrentes e irresistibles de robar objetos, generalmente sin un motivo económico o material. La palabra “cleptomanía” proviene del griego, donde “klepto” significa “robar” y “mania” se refiere a una obsesión o comportamiento compulsivo. Por lo tanto, la cleptomanía se traduce literalmente como “obsesión por robar” y describe una condición en la que una persona siente una urgencia incontrolable de robar, a menudo sin un beneficio aparente o necesidad real.

Las personas con cleptomanía pueden robar artículos que no desean ni necesitan, y este comportamiento a menudo se realiza de manera impulsiva, sin una planificación previa. A pesar de que comprenden que su acción es incorrecta y pueden sentir culpa o vergüenza después de robar, no pueden resistir el impulso. La cleptomanía es un trastorno mental y no se trata simplemente de un acto criminal o un comportamiento delictivo intencional.

Características de la cleptomanía

Algunas características importantes de la cleptomanía incluyen:

  • Impulsividad: La persona actúa impulsivamente sin planificar ni pensar en las consecuencias de sus acciones.
  • Falta de motivación aparente: A diferencia de los ladrones comunes, las personas con cleptomanía no roban por ganancia financiera ni por necesidad. El robo no tiene un propósito evidente.
  • Tensión antes del robo: Las personas con cleptomanía suelen experimentar una creciente tensión o ansiedad antes de cometer el robo.
  • Alivio momentáneo: El acto de robar puede proporcionar un alivio temporal de la tensión, pero luego suele ir seguido de remordimiento o culpa.
hombre con cleptomanía

Síntomas de la cleptomanía

Los síntomas de la cleptomanía suelen ser bastante distintivos y se caracterizan por impulsos recurrentes e irresistibles de robar objetos.

Algunos de los síntomas más comunes de la cleptomanía incluyen:

  • Robo impulsivo: La persona experimenta un impulso repentino e incontrolable de robar algo, generalmente algo que no necesita ni desea.
  • Falta de motivación aparente: A diferencia de los ladrones comunes, las personas con cleptomanía roban sin un motivo económico o material. No hay un beneficio evidente para ellos en el robo.
  • Tensión antes del robo: Antes de cometer el robo, la persona con cleptomanía suele sentir una creciente tensión o ansiedad. Este sentimiento puede aliviarse momentáneamente al llevar a cabo el robo.
  • Sensación de alivio momentáneo: Después de robar, la persona con cleptomanía puede experimentar un alivio temporal de la tensión o la ansiedad que precedía al robo. Sin embargo, esto suele ir seguido de sentimientos de culpa, remordimiento o vergüenza.
  • Incapacidad para resistir los impulsos: A pesar de comprender que el acto de robar es incorrecto y que puede tener consecuencias legales y personales negativas, la persona no puede resistir la urgencia de hacerlo.
  • Racionalización: Después del robo, algunos individuos con cleptomanía pueden tratar de racionalizar su comportamiento o minimizar su importancia.
  • Repetición del patrón: Los episodios de cleptomanía suelen repetirse con el tiempo, con una falta aparente de control sobre el comportamiento de robo.

Estos síntomas pueden causar angustia significativa y problemas legales y personales para la persona que los experimenta.

¿Cuáles son las causas de la cleptomanía?

Las causas exactas de la cleptomanía no están completamente comprendidas, pero se cree que este trastorno tiene una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales.

Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de la cleptomanía incluyen:

  • Factores genéticos: Existe evidencia de que la cleptomanía puede tener un componente genético. Las personas con antecedentes familiares de trastornos del control de los impulsos, como la cleptomanía, pueden tener un mayor riesgo de desarrollarla.
  • Desregulación neuroquímica: Algunos estudios sugieren que desequilibrios en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina, podrían desempeñar un papel en la cleptomanía. La serotonina está involucrada en la regulación del estado de ánimo y el control de los impulsos.
  • Factores psicológicos: Experiencias traumáticas o estresantes en la vida de una persona, así como trastornos psicológicos coexistentes, como la depresión, la ansiedad o el trastorno obsesivo-compulsivo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cleptomanía.
  • Modelado de comportamiento: Algunas personas pueden haber aprendido a robar como una forma de lidiar con el estrés o la ansiedad, especialmente si han observado a otros hacerlo en su entorno.
  • Problemas de control de impulsos: La cleptomanía a menudo se clasifica como un trastorno del control de los impulsos, lo que significa que las personas pueden tener dificultades para controlar sus impulsos y comportamientos impulsivos en general.
  • Factores sociales: Factores como el acceso fácil a tiendas o lugares donde es posible robar y la falta de supervisión adecuada pueden aumentar el riesgo de que una persona con predisposición a la cleptomanía desarrolle este comportamiento.

¿Cómo ayudar a una persona con cleptomanía?

Ayudar a una persona con cleptomanía puede ser un desafío, pero es importante ofrecer apoyo y animarla a buscar tratamiento profesional.

Algunas pautas que nos pueden ser útiles para ayudar a alguien con cleptomanía son:

  • Comunicación abierta y comprensión: Habla con la persona de manera comprensiva y no confrontativa. Escucha sus experiencias y sentimientos sin juzgar.
  • Anima a buscar ayuda profesional: La cleptomanía es un trastorno mental que requiere tratamiento profesional. Anima a la persona a buscar ayuda de un terapeuta o psicólogo especializado en trastornos del control de los impulsos.
  • Apoyo emocional: Ofrece apoyo emocional y muestra comprensión hacia las dificultades que la persona enfrenta. La cleptomanía puede ser una fuente de vergüenza y culpa, así que es importante ser solidario.
  • Evitar la crítica: Evita la crítica o el regaño, ya que esto puede empeorar los sentimientos de culpa y ansiedad de la persona. En lugar de eso, enfócate en soluciones constructivas.
  • Ayuda para identificar desencadenantes: Trabaja con la persona para identificar posibles desencadenantes o situaciones que desencadenan los impulsos de robo. Esto puede ayudar a desarrollar estrategias de afrontamiento.
  • Promover alternativas saludables: Anima a la persona a buscar actividades alternativas y saludables para manejar el estrés y la ansiedad. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar en esto.
  • Supervisión y control de dinero: Si vives con la persona que padece cleptomanía, es posible que desees considerar supervisar las finanzas y limitar su acceso a lugares donde pueda robar.
  • Apoyo familiar: Si la persona está dispuesta, involucra a familiares cercanos en el proceso de apoyo y tratamiento. La educación sobre la cleptomanía puede ayudar a todos a comprender mejor el trastorno.
  • Ser paciente: El proceso de recuperación puede llevar tiempo y puede haber recaídas en el camino. La paciencia es clave para ayudar a la persona a superar la cleptomanía.
  • No reforzar el comportamiento: Aunque es importante ser comprensivo, no debes reforzar el comportamiento de robo. Esto significa no encubrir ni justificar los robos, sino apoyar la búsqueda de tratamiento.

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Ejemplo de una persona con cleptomanía

Partiendo de que no se debe estigmatizar ni juzgar a las personas que padecen cleptomanía, porque es un trastorno mental, veamos un ejemplo ficticio de una persona con cleptomanía:

Ana es una mujer de 30 años que ha tenido episodios de cleptomanía desde que era adolescente. A lo largo de los años, ha robado pequeños objetos en tiendas, como joyas, maquillaje y objetos decorativos, a pesar de que no los necesitaba y podía permitirse comprarlos. Los robos generalmente ocurren en momentos de estrés o ansiedad. Ana siente una tensión insoportable antes de robar y experimenta un alivio momentáneo después de hacerlo. Sin embargo, esto siempre se sigue de sentimientos abrumadores de culpa y remordimiento.

A pesar de sus mejores esfuerzos por dejar de robar, Ana no puede resistir la urgencia de hacerlo cuando la tensión aumenta. Esto ha tenido un impacto negativo en su vida, ya que ha enfrentado consecuencias legales y ha tenido dificultades para mantener relaciones personales y laborales estables debido a su cleptomanía.

Ana finalmente decide buscar ayuda profesional y se somete a terapia cognitivo-conductual especializada en trastornos del control de impulsos. A través del tratamiento, trabaja en desarrollar estrategias para controlar sus impulsos y abordar las causas subyacentes de su cleptomanía, lo que le permite recuperar el control sobre su vida y dejar de robar compulsivamente.

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¿En qué consiste el tratamiento de la cleptomanía?

El tratamiento de la cleptomanía generalmente implica una combinación de terapia psicológica y, en algunos casos, medicamentos.

El objetivo principal del tratamiento es ayudar a la persona a controlar los impulsos de robo y abordar las causas subyacentes del trastorno.

A continuación, se describen los componentes clave del tratamiento de la cleptomanía:

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La terapia cognitivo-conductual es el enfoque más común para el tratamiento de la cleptomanía. Este tipo de terapia se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a los impulsos de robo. Durante la TCC, la persona aprende a reconocer las situaciones desencadenantes y a desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.
  • Terapia de Modificación de Conducta: En esta terapia, se trabaja en modificar los patrones de comportamiento específicos relacionados con la cleptomanía. Esto puede incluir técnicas como la identificación de señales de advertencia antes de un robo y el desarrollo de estrategias para resistir el impulso.
  • Terapia Grupal o Apoyo Social: Participar en grupos de apoyo para personas con trastornos del control de los impulsos puede ser beneficioso. Estos grupos proporcionan un entorno donde las personas pueden compartir sus experiencias y estrategias para superar la cleptomanía.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para ayudar a controlar los impulsos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina o la sertralina, a menudo se utilizan en el tratamiento de la cleptomanía. Estos medicamentos pueden ayudar a estabilizar los niveles de serotonina en el cerebro, lo que a su vez puede reducir los impulsos de robo.
  • Manejo del estrés y la ansiedad: Aprender estrategias efectivas para manejar el estrés y la ansiedad puede ser crucial, ya que estos estados emocionales a menudo desencadenan los episodios de cleptomanía. La terapia de relajación, la meditación y el yoga son ejemplos de enfoques que pueden ayudar.
  • Evaluación y tratamiento de problemas subyacentes: A veces, los problemas emocionales o psicológicos subyacentes, como la depresión o la ansiedad, pueden contribuir a la cleptomanía. Si es necesario, se deben tratar estos problemas en paralelo con la cleptomanía.

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El tratamiento de la cleptomanía es un proceso a largo plazo y puede requerir paciencia y perseverancia por parte de la persona afectada.

La clave para el éxito del tratamiento es la participación activa en la terapia y el seguimiento de las estrategias aprendidas para controlar los impulsos.

Además, el apoyo de familiares y seres queridos puede desempeñar un papel crucial en el proceso de recuperación.

Psicóloga

Licenciada en Psicología, Máster en Trastornos Postraumáticos, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias, y Vicepresidenta de la Federación Internacional de Psicología en Emergencias (FIPE-IFEP). Más de 20 años de experiencia en asesoramiento psicológico e impartición de actividades formativas presenciales y online.

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