Volver

Qué es la oxitocina, la hormona del amor

bote con pastillas en forma de corazón

La oxitocina es una hormona que desempeña un papel crucial en nuestra existencia, no solo como facilitadora de funciones biológicas fundamentales, sino también como impulsora de lazos emocionales y el bienestar global.

Se le conoce comúnmente como la “hormona del amor” y su impacto va desde el robustecimiento de las relaciones personales hasta su papel vital durante el parto y la lactancia.

Es el momento de cuidarte.
Calcula el precio de tu Seguro de Salud

¿Qué es la oxitocina?

La oxitocina es un neurotransmisor y hormona que se genera principalmente en el hipotálamo y se excreta mediante la glándula pituitaria. Esta hormona, descubierta en el siglo XX, ha sido objeto de numerosos estudios debido a su participación en una serie de procesos emocionales y fisiológicos. Se destaca por su rol fundamental en la conducta social, la reproducción y las relaciones emocionales.

La oxitocina tiene una estructura química de un péptido compuesto por nueve aminoácidos, y está presente en múltiples mamíferos, lo que resalta su relevancia en los procesos evolutivos vinculados con la conexión y la unión social.

¿Por qué se le llama la hormona del amor?

La oxitocina ha sido apodada “la hormona del amor” por su impacto directo en las interacciones sociales y el vínculo emocional. Esta sustancia se emite en situaciones de proximidad física y emocional, tales como los abrazos, los besos y las interacciones sexuales. Su liberación provoca emociones de gozo, seguridad y unidad, fortaleciendo así los vínculos entre parejas y entre progenitores e hijos.

Adicionalmente, se ha hallado que la oxitocina contribuye a disminuir los niveles de estrés al disminuir la actividad de la amígdala, una zona cerebral vinculada con el temor y las reacciones emocionales adversas. Así pues, su presencia favorece la estabilidad emocional y el establecimiento de relaciones saludables y estables.

pareja abrazándose de forma apasionada

¿Qué función tiene la oxitocina en el cuerpo?

La oxitocina cumple varias funciones que van más allá de su denominación como “hormona del amor”. Incluyen algunas de las funciones más destacadas:

  1. Control social y emocional: La oxitocina promueve la interacción social y una visión favorable hacia los demás. Las investigaciones han evidenciado que potencia la empatía y la habilidad para identificar emociones en las expresiones faciales de los demás.
  2. Interacción materno-infantil: Esta hormona juega un papel muy importante en la creación del lazo entre la madre y su neonato. Durante el parto y la lactancia, se libera en grandes volúmenes, promoviendo el apego materno y la conducta de cuidado.
  3. Disminución de la tensión: La oxitocina tiene la capacidad de modificar el cortisol, la hormona que provoca estrés. Su liberación en entornos de interacción social o cariño favorece una percepción de bienestar y serenidad.
  4. Contracciones uterinas y lactancia: La oxitocina desempeña un rol esencial en la contracción del útero durante el parto y contribuye a la liberación de la placenta. En la lactancia materna, promueve la liberación de leche mediante la estimulación de las glándulas mamarias.

¿Cómo puedo generar oxitocina?

Hay varias maneras naturales de fomentar la generación de oxitocina en el organismo, como son:

  1. Interacción física: Los abrazos, las caricias y los masajes son técnicas eficaces para impulsar la producción de oxitocina. Estas actividades de interacción física no solo promueven el bienestar individual, sino que también potencian las relaciones interpersonales.
  2. Conductas sexuales: Las actividades íntimas, como el orgasmo, provocan un aumento considerable de oxitocina, lo que fortalece los vínculos emocionales y mejora el humor.
  3. Actividades sociales beneficiosas: El mero acto de sonreír, compartir carcajadas o sostener un diálogo cordial puede provocar la liberación de esta hormona. Las acciones en equipo y los movimientos de agradecimiento también tienen un rol en este proceso.
  4. Técnicas de meditación y relajación: Se ha notado que la meditación, en particular los métodos que involucran visualización o meditación enfocada en el amor y la bondad, puede incrementar los niveles de oxitocina y promover un estado de tranquilidad y vinculación con los demás.
  5. Animales de compañía y mascotas: Interactuar con animales de compañía, como acariciar a un perro o un gato, se ha vinculado con un incremento de oxitocina en ambos seres humanos y animales. Esta conexión refuerza la relación entre las mascotas y sus propietarios, creando un círculo de bienestar recíproco.

La oxitocina en el parto

Una de las funciones más conocidas de la oxitocina es su intervención durante el proceso del parto. Esta hormona se emite en grandes volúmenes durante las contracciones del útero, lo que favorece la dilatación del cuello uterino y la expulsión del bebé. No solo facilita un parto más eficaz con su acción, sino que también ayuda a disminuir el dolor al fomentar la liberación de endorfinas.

Tras el nacimiento, la oxitocina continúa siendo relevante durante la fase postparto, contribuyendo a la contracción del útero para prevenir sangrados y promoviendo la liberación de la placenta. Además, esta hormona promueve la lactancia materna, dado que estimula el reflejo de liberación de la leche cuando el infante succiona el pezón.

La función de la oxitocina durante el parto también es evidente en los procedimientos médicos. En situaciones donde se requiere inducir el parto, los médicos pueden emplear una versión sintética de oxitocina, llamada pitocina, para estimular las contracciones y simplificar el proceso del parto.

Fomentar la generación de oxitocina a través de acciones sencillas como la actividad física, la meditación y las relaciones sociales positivas puede potenciar tanto la salud emocional como la calidad de las relaciones interpersonales.

Etiquetas: /
Psicóloga
Mi LinkedIn

Licenciada en Psicología, Máster en Trastornos Postraumáticos, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias, y Vicepresidenta de la Federación Internacional de Psicología en Emergencias (FIPE-IFEP). Más de 20 años de experiencia en asesoramiento psicológico e impartición de actividades formativas presenciales y online.