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¿Cuáles son las enfermedades más comunes en niños?

23 oct enfermedades-comunes-niños

¿Quieres saber cuáles son las enfermedades más comunes en niños  y cómo prevenirlas? Los niños pequeños tienden a enfermar más que los adultos, al menos de condiciones leves. Los cuerpos de los niños están aún en desarrollo, lo que significa que su sistema inmunitario, digestivo, nervioso y cardiovascular es más vulnerable a perturbaciones. Por eso, en la infancia las infecciones víricas/bacterianas, las intolerancias digestivas y otras condiciones están a la orden del día.

El 23 de octubre es el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil, un evento que organiza la ONG Save the Children. El objetivo es detener la mortalidad de los niños menores de 5 años y de sus madres por causas que se pueden prevenir.

Y es que cuando tenemos un bebé, nos aterra pensar en que pudiera pasarle algo, y esa preocupación continúa sobre todo en los primeros años de vida. Nos gusta saber que nuestros hijos estarán siempre sanos o bien atendidos, y prevenir posibles problemas.

Por ello, hoy en nuestro blog te contamos todo sobre las enfermedades más habituales en niños: qué son, síntomas, tratamiento y prevención. ¡Sigue leyendo!

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¿Cuáles son las enfermedades más comunes en niños pequeños?

A continuación, te contamos cuáles son las enfermedades más habituales en niños de corta edad, sus síntomas, vías frecuentes de contagio y tratamientos más recomendados por nuestros expertos en salud.

Resfriado común

El resfriado común es una infección viral de la nariz y la garganta que afecta a los niños con mucha frecuencia (se calcula que en fase tempranas entre 6 a 10 veces por año) y explica el 30% de los casos de absentismo escolar. Los principales agentes infecciosos causantes del cuadro son los Rinovirus, aunque también pueden ser responsables Coronavirus, Adenovirus y otros virus.

Los síntomas más frecuentes del resfriado común en niños son la congestión, el goteo nasal, la carraspera, las toses y los estornudos. En niños, suele ser un cuadro autolimitado que se puede tratar con cuidados caseros, como administrar muchos líquidos, promover el descanso y utilizar sprays nasales aptos para niños.

El resfriado se trasmite por el aire, donde son expulsadas secreciones de las vías respiratorias de las personas enfermas a través de estornudos o tos. Además, también puede contagiarse mediante el contacto de la boca, nariz, manos u ojos con objetos contaminados. Los niños son la población más afectada por esta enfermedad, ya que su sistema inmune aún no está lo suficientemente desarrollado, así como por el contacto frecuente con otros niños.

Es crucial mantener una buena hidratación en el niño, una buena humidificación ambiental mediante vaporizadores y lavarnos las manos de manera frecuente para evitar el contagio.

Niña con resfriado, enfermedades más comunes en niños pequeños

Bronquiolitis

La bronquiolitis es la inflamación y acumulo de moco en los bronquiolos (vías aéreas más pequeñas de los pulmones). Se trata de una enfermedad muy frecuente en niños pequeños y bebes, afectando al 10% de los menores de 2 años en la población de manera anual, en la temporada de gripes y resfriados.

La bronquiolitis empieza como una infección leve de las vías respiratorias. Al cabo de unos 3 días, el cuadro evoluciona y el niño tiene síntomas algo más evidentes, como sibilancias (pitos al respirar), tos, fatiga, fiebre y respiración rápida (taquipnea). En la mayoría de los casos la condición se soluciona con cuidados en el hogar, con un control estricto para detectar cualquier dificultad para respirar y comer o signos de deshidratación; y si el niño tiene claros problemas para respirar y su piel se torna morada, se requiere atención médica inmediata.

Bronquitis

La bronquitis es otra de las enfermedades comunes en niños, con una inflamación de los bronquios, conductos en los que se bifurca la tráquea y que se van subdividiendo a su vez en ramificaciones cada vez más finas.

En niños, la causa más común de esta condición es de tipo vírico, aunque también hay casos causados por bacterias. Sus síntomas más comunes son la tos con o sin mucosidades, el dolor en el pecho, el cansancio, el dolor de cabeza leve y el malestar de garganta. La bronquiolitis se suele considerar más grave que la bronquitis, ya que afecta con mayor frecuencia a niños más pequeños y susceptibles.

Rubéola

La rubéola era una de las enfermedades más frecuentes en niños durante el siglo pasado, con la vacunación su incidencia anual ha disminuido mucho. Causada por el virus de la rubéola, se transmite a través de estornudos, tos o el contacto con superficies contaminadas. Si no se está vacunado, la probabilidad de contraer el virus al convivir con alguien infectado es del 90%.

Esta enfermedad se caracteriza por un cuadro de fiebre al que sucede un sarpullido, con aspecto de muchas manchas o parches pequeños planos, repartidos por todo el cuerpo, generalmente sin picor ni dolor. No existe ningún tratamiento, y la mayoría de los niños se recuperan en una semana desde la aparición del cuadro febril.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es la inflamación de la membrana transparente que existe entre el párpado y el globo ocular (la conjuntiva). Los síntomas típicos son: la inflamación de uno o ambos ojos, con picor, sensación de “arenilla” dentro de los ojos, lagrimeo y la formación de costras pegajosas en los párpados/pestañas.

Como norma general el tratamiento para la conjuntivitis consiste en el alivio de los síntomas. Se puede recomendar el uso de lágrimas artificiales, la aplicación de compresas frías en la zona afectada y la higiene escrupulosa repetida. Si es viral no se requiere mayor tratamiento, pero si es bacteriana sí que se debe recurrir a antibióticos de aplicación tópica o en forma de lágrimas.

¿Cuáles son los factores que las producen? Las principales causas son las alergias y las infecciones. Es importante saber que la conjuntivitis infecciosa se puede trasmitir mediante la tos, estornudos, tocarse con las manos, toallas y pañuelos.

Gastroenteritis

La gastroenteritis, infección intestinal que produce síntomas como diarrea acuosa, dolor abdominal, náuseas, vómitos y, en ocasiones, fiebre. Según fuentes epidemiológicas, esta condición es común en niños menores de 5 años, sobre todo en regiones de Asia y África. La gastroenteritis puede ser letal si no se trata, razón por la cual representa el 10% de las muertes pediátricas en todo el mundo.

Uno de sus mayores peligros es la deshidratación. En occidente, con una infraestructura sanitaria buena, se da al niño un soporte de líquido con nutrientes y electrolitos por vía oral o intravenosa para evitarla. Como en la mayoría de los casos la infección es viral, la hidratación, los cambios en la dieta y el descanso suelen ser medios de abordaje suficientes.

Diarrea

¿Qué es? Consiste en una inflamación de los intestinos y el estómago.

¿Cuáles son los factores que las producen? Las principales causas son las infecciones de origen diverso (virus, bacterias, parásitos, etc.) principalmente contraídas por la ingesta de alimentos contaminados, una reacción a la introducción de nuevos alimentos o por efectos secundarios de algunos medicamentos.

¿Cuáles son los síntomas? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea suele ser un síntoma de una infección del tracto digestivo, que puede estar ocasionada por diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos. Esta infección se transmite por alimentos o agua de consumo contaminados, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene deficiente.

¿Cuál es su tratamiento? Se recomienda la ingesta frecuente de líquidos, una dieta astringente (una dieta en la que se eliminen o reduzcan los alimentos ricos en fibra), y basada en alimentos pobres en residuos como el arroz, las zanahorias, el pollo y el pescado hervido.

Faringitis estreptocócica

La faringitis (anginas) es una patología  que cursa con la irritación, inflamación y/o infección de la faringe. En su variante aguda está producida por virus o bacterias y, en este caso concreto, por bacterias del género Streptococcus del grupo A. Los síntomas mas frecuentes  son la fiebre, el picor de garganta, amigdalitis e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.

La faringitis estreptocócica se debe tratar con antibióticos. Una vez iniciado el tratamiento, el niño debe mejorar de forma considerable en 48 horas.

Para evitar complicaciones posteriores, es muy importante completar el tratamiento prescrito.

Infecciones de oído

Es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia, ya que 5 de cada 6 niños tienen al menos una infección de oído antes de cumplir los 3 años de edad. Así, es uno de los principales motivos por los que se consulta con el pediatra. El tipo más común es la otitis media (OM), es decir, aquella que afecta al oído medio. La mayor proclividad de la población infantil para la otitis se puede explicar por dos razones .

  1. El sistema inmunitario infantil está menos desarrollado, por lo que realiza un “peor” trabajo a la hora de evitar infecciones.
  2. La trompa de Eustaquio de los niños, el tubo que se extiende entre el oído medio y la fanringe, es más pequeña y horizontal en comparación con la anatomía adula. Esto favorece que se acumulen líquidos en el oído y las consiguientes infecciones.

En general, las infecciones de oído son resultado de otras condiciones preexistentes, como una alergia, una gripe o un resfriado. El tratamiento depende mucho de la causa subyacente y puede ir desde la espera y consumo de analgésicos /gotas anestésicas para el dolor hasta la toma de antibióticos.

Otitis

¿Qué es? Es una infección que se produce en el oído por la acción de bacterias, virus o por causa de la alergia. Puede afectar a diferentes partes del oído.

¿Cuáles son los factores que las producen? Existen diferentes causas que se pueden evitar o aplacar: el contacto con el agua de las piscinas, el extraer la cera de los oídos (tiene una función protectora) y la mucosidad del niño provocado por enfermedades respiratorias.

¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas principales suelen ser fiebre, dolor de oído y supuración de este. Estos problemas suelen producir diversas reacciones en los niños, como irritabilidad, rechazo de determinados alimentos, lloros…

¿Cuál es su tratamiento? Al tratarse de unas de las enfermedades más habituales en niños es conveniente acudir al pediatra o al otorrino para que nos dé el tratamiento oportuno. Este suele versar principalmente en antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.

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Sinusitis

En la sinusitis los senos paranasales (espacios aéreos que existen entre algunos huesos del cráneo) se llenan de líquido.
Eso da lugar a síntomas como: congestión nasal, dolor y presión en la cara, o dolor de cabeza, goteo postnasal, tos y mal aliento, entre otros. Tanto en niños como en adultos, esta condición se puede categorizar de la siguiente manera según su evolución clínica:

    • Aguda recurrente: se producen múltiples episodios agudos intercalados por periodos de ausencia total de la enfermedad.
    • Crónica con episodios agudos intercalados: aunque haya periodos más evidentes, en este caso los síntomas y signos permanecen continuos en mayor o menor grado.

Hasta el 13% de las infecciones virales de las vías respiratorias superiores en niños pueden evolucionar a una sinusitis aguda. El tratamiento a base de aerosoles con solución salina, corticoides descongestionantes son de gran ayuda para paliar los síntomas de este cuadro.

Varicela

¿Qué es la varicela? Es una de las enfermedades más comunes en niños de entre 3 y 10 años producida por un virus.

¿Cuáles son los factores que la producen? Se trasmite a través de la respiración de gotas de saliva que expulsa una persona enferma, así como por el contacto con las erupciones cutáneas de alguien con este virus.
Se puede contagiar desde dos días antes de que aparezcan las erupciones cutáneas, hasta aproximadamente una semana, después de que se hayan convertido en costras.

¿Cuáles son los síntomas? Los principales síntomas son fiebre, debilidad, cansancio, erupciones cutáneas y picor intenso. Estas erupciones suelen salir al principio en la cara y en el pecho, y se extienden al resto del cuerpo. Cuando se secan dejan una costra. Su duración aproximada es de una semana, aunque depende del niño.

¿Cuál es su tratamiento? Está dirigido principalmente a reducir síntomas: el picor y la fiebre. Pero el propio cuerpo del niño se encargará de superar la infección. Para evitar el contagio el niño deberá quedarse en casa hasta la fase de costra, en un entorno fresco (la humedad empeora el picor) y cortarle las uñas para que no se haga daño.

Hay que recordar que la varicela es una de las enfermedades infantiles más contagiosas por lo cual, es importante evitar el contacto directo con las lesiones de la piel del niño enfermo y evitar entrar en contacto con su saliva u otras secreciones.

Otras enfermedades infantiles contagiosas

Existen otras enfermedades infantiles que, aunque menos comunes, no son extrañas. Hablamos de enfermedades tales como la tosferina, la escarlatina o el megaloeritema. Todas ellas enfermedades altamente contagiosas las cuales afectan a niños pequeños.

Conclusión

En cualquier caso, en este tipo de enfermedades más comunes en niños, siempre recomendamos la prevención y tratamiento temprano de los síntomas, para evitar la prolongación del malestar del pequeño. Además, es importante que, en muchos casos, dejemos a nuestro hijo en casa para evitar el contagio, y que acudamos a un pediatra que haga la temprana valoración y tratamiento oportuno.

En algunos casos existen vacunas para reforzar el sistema inmune del niño, un recurso que es crucial sobre todo en enfermedades como la rubeola o el sarampión.

Para que seamos atendidos de forma más personalizada, sin prisas y con menos tiempo de espera, es de gran utilidad contratar un seguro médico para toda la familia. Porque todos, en especial los más pequeños, merecen una atención médica de calidad.

Doctor especialista en Medicina Familiar

Licenciado en Medicina y Cirugía, en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, con más de 29 años de experiencia. En mi formación cuento además con un Máster en Salud Pública y Epidemiología y con un Máster en Cuidados paliativos.