Cédula de habitabilidad: definición y usos
Una vivienda es esencialmente un lugar dónde vivir y por ello, es necesario certificar que cumple las condiciones para ello. Esto se consigue a través de la cédula de habitabilidad.
Su importancia es por ello fundamental. Toda obra nueva necesita obtener la cédula de habitabilidad antes de ser entregada a sus propietarios por la constructora, por ejemplo. Igualmente, en un momento en el que se están reconvirtiéndose muchos locales comerciales en viviendas, su relevancia es también mayor.
Por todo ello es tan importante conocer qué es la cédula de habitabilidad, las limitaciones si no se obtiene y todos los procedimientos para conseguirla.
Índice
- 1 ¿Qué es una cédula de habitabilidad?
- 2 ¿Dónde hay que solicitar las cédulas habitabilidad?
- 3 ¿Cuáles son los requisitos para conceder o denegar una cédula de habitabilidad?
- 4 ¿Cuánto cuesta una cédula de habitabilidad?
- 5 ¿Puedo vender una vivienda sin cédula de habitabilidad?
- 6 Consejos antes de pedir la cédula de habitabilidad
¿Qué es una cédula de habitabilidad?
La cédula de habitabilidad es un documento oficial que certifica que una vivienda cumple con los requisitos mínimos legales de habitabilidad, seguridad y salubridad necesarios para poder habitarse.
Este documento garantiza que la vivienda tiene las condiciones adecuadas, y debes solicitarlo ya construyas tu casa, lo haga una promotora y la ponga a disposición de los compradores, o quieras venderla y ésta ya ha caducado. En la cédula se reflejan diferentes características:
- Espacio de la vivienda.
- Iluminación.
- Ventilación.
- Acceso a los servicios básicos (agua, saneamiento, electricidad).
- Cumplen las normativas de construcción.
Sin la cédula de habitabilidad no solo existen limitaciones a la hora de transmitir la propiedad, sino que también es imprescindible para pedir el alta a suministros como agua, luz o gas.
¿Dónde hay que solicitar las cédulas habitabilidad?
La cédula de habitabilidad se solicita en las oficinas de vivienda o en los organismos competentes de la administración local o de la comunidad autónoma donde se encuentre la vivienda. Su regulación y expedición de este documento varía según la región.
La administración competente lo expide tras una inspección realizada por un arquitecto o arquitecto técnico, quien verifica que la vivienda cumple con los requisitos establecidos. La cédula suele tener una validez de 10 o 15 años, dependiendo de la comunidad autónoma.
Pasos para solicitarla:
- Contactar con un arquitecto o arquitecto técnico colegiado para que realiza una inspección de la vivienda y emita un certificado de habitabilidad, que es necesario para presentar la solicitud.
- Presentar la solicitud en la administración correspondiente. Algunas comunidades permiten gestionar este trámite de manera telemática.
- Pagar las tasas administrativas: Dependiendo de la región, deberás abonar unas tasas para procesar la solicitud.
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¿Cuáles son los requisitos para conceder o denegar una cédula de habitabilidad?
Los requisitos para conceder o denegar una cédula de habitabilidad varían según la normativa local o de cada comunidad autónoma, pero en general, se basan en garantizar que la vivienda cumpla con unas condiciones mínimas de habitabilidad, salubridad y seguridad.
- Superficie mínima de la vivienda, partiendo de unos 20 a 25 m² útiles, según la normativa autonómica y para viviendas de una sola habitación, aumentando en función del número de habitaciones y ocupantes.
- Altura de la vivienda: de al menos 2,50 metros en áreas comunes como salones y dormitorios, pudiendo ser más reducida en otras áreas como baños y pasillos.
- Ventilación: dormitorios y salones deben tener acceso a ventilación exterior, pudiendo tener otras áreas como baños o cocinas acceso a patios de luces.
- Iluminación: igualmente salones y dormitorios deben tener acceso a luz natural.
- Distribución: adecuada para el uso habitual de la vivienda con dormitorio, sala de estar o salón, baño completo y cocina.
- Condiciones de salubridad y seguridad: que no presente problemas estructurales, que cumpla las condiciones higiénicas y que los sistemas de fontanería y electricidad cumplan las normativas vigentes.
- Acceso a los suministros: agua potable, saneamiento (desagües para la evacuación de las aguas residuales) y electricidad, como mínimo.
- Tener el certificado de eficiencia energética: que evalúa el consumo energético de la vivienda.
Por todo ello, las causas de denegación de la cédula de habitabilidad vienen derivadas del no cumplimiento de algunos de estos puntos. Los más comunes son:
- No cumplir con los requisitos mínimos de superficie o distribución.
- Falta de ventilación o iluminación natural.
- Problemas graves de seguridad o insalubridad, como grietas, humedades severas o riesgo de derrumbes.
- Deficiencias en accesibilidad.
- Ausencia de suministros básicos o instalaciones en mal estado.
En estos casos se deniega y se permite que se realicen las modificaciones o reparaciones necesarias para subsanar las deficiencias y volver a solicitarlas.
¿Cuánto cuesta una cédula de habitabilidad?
El coste de obtener una cédula de habitabilidad varía dependiendo del profesional que realice la inspección y las tasas administrativas aplicables. Los costes para obtener una cédula de habitabilidad se dividen por tanto en dos categorías:
- Honorarios del arquitecto o arquitecto técnico que inspeccione la vivienda y emita un certificado de habitabilidad. Los honorarios medios se sitúan entre 75 y 200 euros y dependerán principalmente de la complejidad de la vivienda.
- Tasas administrativas: una vez obtenido el certificado del técnico, se deben pagar las tasas administrativas a la comunidad autónoma o al ayuntamiento correspondiente. Estas tasas varían según la normativa de cada región y se sitúan entre los 10 y 50 euros.
Por tanto, el coste total medio de un certificado de edificabilidad se sitúa entre 85 y 250 euros. Un coste que se eleva, si tenemos que hacer varias solicitudes porque no se apruebe con la primera estancia.
¿Puedo vender una vivienda sin cédula de habitabilidad?
Sí, es posible vender una vivienda sin cédula de habitabilidad, pero tiene implicaciones importantes, tanto para el vendedor como para el comprador.
- Sin la cédula de habitabilidad, no se pueden contratar o reactivar los suministros básicos.
- El valor de mercado es inferior, ya que el comprador asume el riesgo de realizar todas las modificaciones y conseguir la cédula de habitabilidad.
- No poder alquilar la vivienda.
- Dificultades a la hora de obtener financiación, ya que los bancos pueden negarse a conceder una hipoteca.
- Mayores costes, ya que en la mayoría de los casos hay que hacer frente a reformas, en ocasiones de gran envergadura y coste.
En todo caso, si decides vender la vivienda sin cédula de habitabilidad, es obligatorio informar al comprador. Esto se debe reflejar en el contrato de compraventa, y el comprador debe ser plenamente consciente de las consecuencias de no contar con la cédula, como la imposibilidad de habitarla de inmediato o contratar los servicios básicos.
Consejos antes de pedir la cédula de habitabilidad
Conseguir la cédula de habitabilidad es por tanto muy importante, y también hacerlo sin necesidad de nuevas solicitudes que consumen tiempo y recursos. Por todo ello, antes de solicitar la cédula de habitabilidad es importante que te asegures de que todo esté en orden para facilitar el proceso y evitar problemas. Estos son algunos consejos clave:
- Realizar una inspección previa de la vivienda, centrándose en aspectos como superficie, altura de los techos o el estado de las instalaciones. En esta fase, si tienes dudas, puedes ya asesorarte con un arquitecto o técnico cualificado.
- Presta especial atención a posibles problemas estructurales como humedades o grietas.
- Comprobar los requisitos de ventilación e iluminación en las habitaciones principales.
- Garantizar que los suministros básicos estén funcionando, sus instalaciones estén al día y cumplan la normativa. Es muy común, por ejemplo, en construcciones antiguas que se necesite cambiar la instalación eléctrica y de fontanería.
- Prepara y revisa toda la documentación, no solo el certificado de habitabilidad que proporciona el arquitecto o el arquitecto técnico, también las tasas administrativas y la documentación de la propiedad.
En caso de denegación, o incluso de detectar fallos que impidan la obtención, es importante preparar un plan de mejora, en el que señale los aspectos en los que hay que actuar de forma prioritaria y una vez se hayan realizado las mejoras, solicitar una nueva inspección para obtener la cédula.
Con todo ello se muestra que la importancia de la cédula de habitabilidad hace necesario una buena planificación que asegure cumplir los requisitos y evite perjuicios económicos importantes.