Accidentes más frecuentes en verano
Llega el verano y con él suben las temperaturas y empezamos a multiplicar nuestras actividades en el exterior. Desde paseos, deporte, playa o piscina, a simplemente disfrutar de una terraza. Pero este buen tiempo además coincide con las vacaciones, el momento de merecido descanso que tantos meses llevamos esperando. El resultado son muchos planes, viajes, nuevas experiencias… actividades que no podemos hacer el resto del año, pero que también, las hacemos en condiciones climatológicas más extremas. Los días soleados y las altas temperaturas nos deben obligar a extremar las precauciones por los efectos directos e indirectos que pueden ocasionar.
Por ello hay que tener en cuenta que los accidentes más frecuentes en verano pueden ocurrir tanto en nuestro hogar o entorno como lejos, en plenas vacaciones, por lo tener las más completas coberturas de asistencia en viaje, como las que ofrecen seguros como Aegon Salud Completo, tendremos la seguridad de la mejor protección también ante accidentes tan comunes como los que señalamos a continuación.
Índice
Accidentes más comunes y cómo evitarlos
Con el verano, el cambio de hábitos y de rutinas también vienen algunos accidentes. Muchas veces son simples caídas o resbalones provocados en la piscina porque el suelo está mojado, pero otras veces llegamos a enfermar o tener lesiones más graves como quemaduras, insolaciones, o ahogamientos. Te contamos qué hacer en cada caso.
Enfermedades estomacales
Aunque no es un accidente en sí, está muy relacionado con la actividad estival, especialmente porque se produce con mucha más frecuencia. Estas enfermedades o intexicaciones se suele producir porque al salir de casa estamos expuestos a otros tipos de comidas, formas de cocinas, horarios o incluso nuevos alimentos.
Estamos hablando de las habituales enfermedades estomacales como las gastroenteritis, que son incluso más frecuentes y virulentas si viajamos, especialmente a algún país exótico. Para evitarlas, o al menos disminuir sus efectos, es indispensable estar bien hidratados, usar agua embotellada o con todas las garantías, evitar el consumo de alimentos crudos en nuestros desplazamientos en el exterior y moderarnos con las comidas.
Si vas a comer fuera busca locales que cumplan las medidas higiénicas sanitarias y lee sobre tu destino, en muchos casos los periódicos locales nos tienen bien informados y sabremos si hay algún virus o bacteria en ese momento. Ten cuidado con los puestos de comida ambulante y las comidas a deshoras, pues también pueden afectar a nuestro estómago y que algo nos siente mal.
Quemaduras, insolaciones y deshidrataciones
También son muy comunes los problemas derivados de una elevada exposición al sol y a las altas temperaturas como insolaciones, deshidrataciones y quemaduras. En estos tres puntos la prevención vuelve a ser fundamental y especialmente a personas más vulnerables como son los niños pequeños y los más mayores.
En el caso de problemas de insolación y deshidratación, la ingesta de líquidos es fundamental. El agua debe ser siempre la bebida base, y debemos tener en cuenta que muchos refrescos no aportan la cantidad de agua necesaria. Sí podemos ayudarnos de la ingesta de bebidas isotónicas, que además de agua nos ayuden a reponer sales minerales y otros elementos que perdemos por exceso de sudoración y frutas, el mejor aliado en verano.
También es importante evitar las horas centrales del día para realizar cualquier actividad física o exponernos al sol y, por supuesto, seguir los consejos de autoridades sanitarias y servicios meteorológicos que nos alertan sobre olas de color. Si, tras un día de larga exposición al sol y en el que no ha habido mucha hidratación, notamos síntomas como la boca seca, fatiga, náuseas o dolores de cabeza es probable que sea una insolación. En caso de que nos pase esto la recomendación es descansar a la sombra e hidratarnos.
En el caso de quemaduras, además de los anteriores (hidratación, evitar exposición directa en las horas de más calor), es imprescindible el uso de protector solar con un factor de protección ultravioleta (UV), adecuado. El protector solar no se debe aplicar una sola vez, si no varias dependiendo de las horas del día y de la piel que tengamos.
Aun teniendo precaución cualquiera puede quemarse, y más en verano, por eso recomendamos siempre tener una buena crema hidratante o ‘after sun’ para aplicar en la piel tras un día de playa, piscina o montaña con mucho sol. Tener ropa de algodón siempre será un buen aliado para las quemaduras, pues crean menos roce que otras telas sintéticas.
Ahogamientos en piscinas o playas
Vigilar a los más peques de la casa mientras estamos en la playa o piscina debe de ser siempre nuestra prioridad, ya que el ahogamiento en la playa o piscina en menores es un accidente mucho más frecuente del que nos gustaría. El ahogamiento o asfixia accidental también se puede producir en niños por comer alimentos demasiado grandes y no masticarlos, por ello la supervisión mientras comen es un papel importante en la familia.
Otras precauciones que debemos de tomar para evitar accidentes en la piscina es supervisarlos cuando juegan en la piscina, evitar todo lo posible que se tiren de cabeza y enseñarles los peligros de tirarse en una piscina poco profunda.Es recomendable también que no coman en grandes cantidades si más tarde van a jugar o estar mucho rato en el agua puesto que puede contribuir a una indigestión.
Lesiones deportivas
Las actividades al aire libre en verano también pueden provocar lesiones deportivas resbalones, caídas o ahogamientos por lo que debemos respetar siempre las zonas delimitadas en nuestras excursiones y estar atentos a posibles imprudencias de los más pequeños, sobre todo en el agua, con los que debemos tener extrema cautela. Llevar agua suficiente, comida y un pequeño botiquín en nuestras excursiones y actividades al aire libre nos ayudará a prestar la primera atención de unos percances que en la mayoría de los casos son menores. Además nunca está demás comunicarle a nuestros familiares dónde vamos a estar y que puedan localizarnos con facilidad en caso de emergencia, a día de hoy muchas apps nos facilitan esta tarea.
Es recomendable acudir siempre a urgencias o a nuestro médico para que revise la lesión puesto que muchas veces una opinión experta puede ayudarnos a que una lesión no se agrave. Una pequeña torcedura de tobillo a la que no se le preste atención puede derivar en un esguince de varios meses o algo peor.
Accidentes de tráfico
Los accidentes de tráfico se multiplican en verano. No solo por la dramática estadística de fallecidos, también en los miles de pequeños accidentes que se multiplican tanto por desplazamientos largos, como especialmente muchos más cortos.
Para intentan evitarlos es preferible no viajar en las horas centrales del día ni de noche, jamás tener prisa por llegar, realizar todas las paradas que sean necesarias o, al menos cada dos horas, evitar distracciones con el móvil y, sobre todo, poner los cinco sentidos en aquello que se está haciendo, que no es otra cosa que conducir.
Disfruta de tu verano con los tuyos con la máxima seguridad y tranquilidad.