Uso del chupete: pros y contras
El uso del chupete en los bebés es algo muy común por las múltiples ventajas que genera, especialmente a la hora de calmar el llanto, aliviar momentos de dolor y ayudar a dormir mejor.
A pesar de ello, en los últimos años, se ha abierto un debate sobre su conveniencia, especialmente centrado en un uso adecuado, tanto en forma como especialmente en el momento de iniciar su utilización y en el de su retirada.
Este debate además ha trascendido a diferentes niveles, no solo entre los padres, sino especialmente entre los profesionales médicos. El problema está es que incluso en este nivel hay posturas discrepantes, por la publicación de nuevos estudios y especialmente por el peso en el que en muchas ocasiones tienen en cuenta las experiencias personales a la hora de recomendar su uso.
Todo ello hace que sea tan importante analizar los beneficios y posibles perjuicios del uso del chupete antes de poder aplicarlos en el día a día.
Índice
¿Cuándo se recomienda el uso del chupete?
Aunque aparezca generalmente en las canastillas para bebé, la realidad es que no es recomendable el uso el chupete en los primeros días. En concreto, en los recién nacidos amamantados es mejor evitar el chupete durante las primeras semanas de vida.
Por el contrario, cuando la lactancia materna está bien establecida es cuando se recomienda su uso para conseguir todos sus beneficios en diferentes áreas, determinando así el momento de uso y retirada. Esto se concreta en estos casos:
- Estimular la succión no nutritiva, que es fundamental para reducir el estrés del bebé, disminuir el dolor en los neonatos hospitalizados, conseguir ganancia de peso en prematuros y la maduración y el crecimiento gastrointestinal.
- Reducir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), muerte sin causa aparente que ocurre, generalmente, durante el sueño de un bebé cuando tiene menos de un año. Esto es especialmente importante cuando la lactancia no es materna.
- Efecto analgésico ante dolores leves o molestias, cuando especialmente el bebé no tiene capacidad de comunicarlo.
También los médicos recomiendan el uso del chupete como marcador, para comprobar si existen problemas o dificultades de lactancia, identificando problemas y ayudando a que el bebé adquiera habilidades imprescindibles para su nutrición y conocimiento. El uso del chupete en este sentido puede conllevar que los más pequeños ganen confianza.
El momento de retirada es muy variable, recomendado hacer desde los 12 meses, y así superar el problema de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante y un máximo de 24 meses, para así evitar problemas odontopediátricos, en la formación de los dientes.
¿Qué beneficios tiene el chupete?
Muchos de los beneficios de usar chupete ya los hemos adelantado en las recomendaciones, ahora los señalamos más concretamente:
Ayudar en la succión del bebé
La lactancia materna exclusiva es recomendada durante los primeros 6 meses de vida, no solo por su aporte en nutrientes y defensas, también como factor de protección de muerte súbita. En este proceso el chupete ayuda a satisfacer la necesidad de succionar del bebé entre tomas a la vez que en muchos casos refuerza su aprendizaje.
Efecto calmante
Es sin duda su uso más extendido. El chupete se utiliza principalmente para calmar al bebé cuando llora, lo que se extiende también en circunstancias en el que el niño sufra estrés como cuando viaja. Su efecto analgésico incluso lleva a que se aplique en las unidades neonatales en relación con los procedimientos dolorosos, si no existe la posibilidad de que el niño mame.
Eso sí, no hay que considerarlo como el único método para calmar al niño o abusar de ello. Existen otras maniobras para calmar a un bebé, más naturales y que generan menos inconvenientes como son el contacto piel con piel.
Ayudar a dormir
Actúa de forma similar. El chupete puede ayudar a que el niño se quede dormido, especialmente cuando lo hace después de una toma, ya que continuar con la succión les ayuda a dormir. Cuando el bebé se duerma es conveniente que se retire para que tenga un sueño tranquilo y reparador.
Permite evitar malos hábitos
El chupete también es de gran ayuda para evitar hábitos perniciosos como chuparse el dedo. En el proceso de eliminar esta mala costumbre, se puede usar el chupete ya que podemos controlar el momento en el que se utiliza, y así ir limitando su uso hasta que se pueda retirar definitivamente.
Contraindicaciones del uso del chupete
Como hemos visto el uso del chupete en bebés, bien utilizado, ayuda a bebés y a los padres. Pero esta es la clave, hacer un buen uso, que además está limitado en el tiempo. Además de posibles problemas de accidentes, por ello hay que controlar al bebé cuando lo usa, también su utilización está relacionado con dificultad en la lactancia, problemas dentales e incluso otitis.
Por todo ello un aspecto clave es saber hasta cuando usar un chupete, buscando un equilibrio entre beneficios y efectos perjudiciales, entre los que están lo siguiente:
Problemas de higiene
El uso normal del chupete lleva a que en muchas ocasiones salga de la boca del bebé, se escupa e incluso caiga al suelo. Esto conlleva un claro problema de higiene y obliga a que se tenga siempre varios chupetes completamente higienizados para su sustitución o equipos de limpieza adecuados para evitar cualquier tipo de riesgo de infección.
Uso cuando hay problemas de lactancia
Aunque no hay evidencias de que el bebé “confunda” chupete con el pezón, lo cierto es que no se recomienda su uso hasta que la lactancia materna esté bien asentada, es decir, que pasen al menos como mínimo unas dos o tres semanas.
Cuando ya no usa la lactancia materna una de las consecuencias que más se repiten es que el material preferido del chupete, caucho o silicona, principalmente, suele ser también el que se utilice en la tetina al conferir un hábito.
Genera dependencia
El uso del chupete para dormir o calmar al bebé como único método puede generar problemas de dependencia, que llevan a que el bebé esté más irritable cuando no lo tiene. Incluso puede llevar a que tenga berrinches cuando lo pierde.
Para evitarlo no solo debemos pensar en llevar siempre chupete de repuesto, un “parche” en el corto plazo, sino que se debe “educar” al bebé con otras formas para relajarse como la música o el contacto directo con los padres.
Problemas dentales
Es una de las preocupaciones más comunes. El problema no está en usar o no el chupete, sino en que sea un uso inadecuado y prolongado en el tiempo, generando problemas en la alineación de unos dientes en el momento de desarrollo.
Por todo ello, junto a los problemas de dependencia, es importante no prolongar su uso más allá de los dos años, con una retirada paulatina.
En definitiva, aunque haya una cierta tendencia en los últimos años en contra del chupete, su problema no está en usarse, sino en usarse mal. Si se realiza un uso del chupete adecuado, equilibrado, no como único método para calmar al bebé, sino como complementario a otros y no se prolonga en el tiempo, se puede aprovechar sus ventajas.
Esperamos que este post haya ayudado a aclarar dudas sobre el uso del chupete y si te ha parecido interesante no dejes de compartirlo.