Complejos vitamínicos ¿Qué son y para qué sirven?
Últimamente escuchamos hablar muchísimo de los complejos vitamínicos, posiblemente porque a menudo se recomiendan para mejorar nuestras defensas y jamás habíamos estado tan preocupados de cuidar nuestras defensas como en este atípico otoño.
Por eso, por si estás interesado en indagar en este tema, te dejamos nuestro artículo sobre Nutrición y Covid 19, para que aprendas más sobre la implicación de las distintas vitaminas y minerales en la lucha contra las infecciones.
Volviendo a los complejos vitamínicos te contaré que su venta se ha disparado en los últimos meses, y que por eso me parece especialmente importante que continúes con nosotros leyendo este post. Para que te asesores debidamente sobre sus usos, y recurras a profesionales que conozcan el tema antes de lanzarte a comprar unos u otros productos.
Índice
- 1 Qué son y para qué sirven las vitaminas
- 2 ¿Qué son las vitaminas liposolubles e hidrosolubles?
- 3 Vitaminas en los alimentos y otros
- 4 ¿Qué son los complejos vitamínicos?
- 5 ¿Para qué sirven los complejos vitamínicos?
- 6 Complejos vitamínicos y riesgo de déficit
- 7 ¿Cuánto tiempo se puede tomar un complejo vitamínico?
Qué son y para qué sirven las vitaminas
Las vitaminas son un tipo de nutriente orgánico, es decir que no aporta calorías, imprescindibles para mantener una buena salud. En su mayoría no las podemos fabricar, o solo en cantidades demasiado pequeñas, por lo que tenemos que ingerirlas necesariamente con los alimentos.
Como dato anecdótico el origen etimológico de vitamina viene de vida, por su relevancia para multitud de procesos biológicos.
Síntomas en la falta de vitaminas
Existen 13 tipos de vitaminas descritas, y cuando escasean aparecen síntomas asociados a ese déficit, aunque también podemos tener un déficit leve sin que nos de sintomatología, en este caso se denomina subclínico.
El gran problema está que aunque no lo notemos ese pequeño déficit sí que repercutirá en nuestra salud. Incluso se han detectado valores dentro del rango de normalidad que resultaban ser insuficientes para personas con elevados niveles de estrés, bien sea corporal, como los deportistas profesionales, o por estrés psicológico crónico.
Un ejemplo de esto, son nuestras células de defensa, que precisan distintas vitaminas para funcionar adecuadamente y que cuando estas escasean no nos protegerán con tanta eficacia. Ahí podría ayudarnos por ejemplo un complejo vitamínico.
Funciones de las vitaminas
Siguiendo con el ejemplo anterior en ese caso deberías de fijarte especialmente en que contenga las vitaminas D, A y C, pues son fundamentales para el sistema inmune, pero cada vitamina tiene multitud de funciones, entre ellas destacan:
- Contribuir a obtener energía, reduciendo el cansancio
- Proliferación y regeneración de tejidos, incluso en el feto
- Regulación de las hormonas sexuales entre otras
- Coenzimas en reacciones de detoxificación hepática
- Antioxidantes, por tanto protectoras de tejidos
Si quieres conocer más sobre las funciones de las vitaminas te adjunto un artículo muy detallado, desde el departamento de divulgación de la Universidad de Harvard.
¿Qué son las vitaminas liposolubles e hidrosolubles?
De manera muy general podemos decir que las vitaminas liposolubles están más relacionadas con el sistema inmune y nuestra capacidad de regenerar tejidos, y las vitaminas hidrosolubles con obtener energía, pero dentro de cada grupo hay excepciones a esto.
Veamos qué vitaminas integran cada grupo y sus principales características:
- Liposolubles: las vitaminas A, D, E y K (con sus subtipos): Si se ingieren a grandes dosis pueden acumularse y provocar toxicidad.
- Hidrosolubles: La vitamina C y las vitaminas del grupo B: B1, B2, niacina, ácido pantoténico, B6, biotina, ácido fólico y la B12. Se excretan fácilmente por la orina, no suelen acumularse ni provocar toxicidad.
En cualquier caso, quiero recalcar, que estén en el grupo que estén, todas son muy importantes, por eso un complejo vitamínico debería tener todas en ellas.
Eso sí, en cantidades equilibradas y teniendo especial precaución con las vitaminas liposolubles, que son las que podrían darnos problemas a dosis muy elevadas.
Vitaminas en los alimentos y otros
Las vitaminas se encuentran en los alimentos y en teoría debería ser suficiente una alimentación equilibrada para mantener unos niveles óptimos sin recurrir a los complejos vitamínicos, sin embargo y como decíamos anteriormente, hace años que se está detectando el incremento de déficits subclínicos.
Más recientemente, varias asociaciones científicas están pidiendo incluso elevar las cantidades mínimas recomendadas, pues en algunos casos, como el de la vitamina C, parece que el valor mínimo establecido puede quedar escaso para personas sometidas a situaciones pro-oxidantes, como consumo elevado de tabaco y estrés intenso.
En cualquier caso este es un tema a debate, lo que sí que me parece muy importante contaros aquí, es que se ha constatado también una reducción del contenido de diversas vitaminas en los alimentos, lo que puede hacer que sea recomendable en determinadas circunstancias recurrir a complementos vitamínicos o suplementos.
Reducción de vitaminas en los alimentos
Esto parece estar relacionado con un empobrecimiento de los suelos, debido a la agricultura intensiva, y a que el acortamiento de los tiempos de desarrollo de la planta mediante fertilizantes y otras estrategias, reduce el contenido total de micronutrientes, en algunos casos hasta en 5 veces con respecto a la forma de cultivo tradicional.
Por eso me parece especialmente útil que cuides tu alimentación con alimentos naturales, mucho más ricos en vitaminas que los alimentos ultraprocesados, y preferiblemente frescos.
De entre las distintas clases de alimentos, las verduras de hoja verde y los pescados azules son los que contienen una mayor densidad nutritiva, digamos que son complejos vitamínicos naturales, incluso más que las frutas cítricas, que también son muy recomendables.
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Así que procura que ninguno de estos alimentos falten nunca en tu despensa y consúmelos a diario. Mejor poco cocinados, o incluso crudos en el caso de algunos vegetales, pues así se conservarán mejor muchas de las vitaminas.
¿Qué son los complejos vitamínicos?
Una vez que conocemos mejor a las vitaminas comprenderemos mejor todo lo referente a los complejos vitamínicos.
Los complejos vitamínicos son concentrados de distintas vitaminas, que podemos encontrar en formulaciones farmaceúticas: jarabes, comprimidos… o bien agregados a algunos alimentos: cereales, cacaos…, además de en algunos preparados con indicaciones terapéuticas, por ejemplo los batidos para ganar peso.
Están a orientados a la población general, que a menudo con las prisas o debido a otros factores, no consume las cantidades óptimas para su actividad diaria.
Los complejos vitamínicos son de venta libre, y podemos adquirirlos en farmacias, parafarmacias, herboristerías… incluso y cada vez más en los supermercados.
Diferencia con los suplementos vitamínicos
No debemos confundir los complejos vitamínicos con los suplementos vitamínicos, que son aquellas preparaciones prescritas por un profesional sanitario, una vez que se ha detectado un determinado nivel de deficiencia de uno u otro nutriente.
Habitualmente las dosis de vitaminas contenidas en los suplementos vitamínicos son más altas que las de los complejos vitamínicos, y por eso solo debemos de consumirlos asesorados por un profesional, para evitar posibles efectos secundarios de un uso indebido.
¿Para qué sirven los complejos vitamínicos?
Los complejos vitamínicos tienen como finalidad complementar nuestra alimentación, y pueden ayudarnos en épocas de cansancio, actividad física intensa y estrés, pues en esos periodos muy posiblemente nuestras necesidades de micronutrientes, como vitaminas y minerales, estén incrementadas.
💡 Recuerda en cualquier caso que tanto para reducir el estrés como el cansancio cuidar tu tiempo de sueño es fundamental, por eso te adjunto aquí nuestro artículo: 11 trucos para dormir y tener un sueño de calidad.
Los complejos vitamínicos son muy populares también en caso de fragilidad del pelo y de las uñas, pero debemos de pensar que eso es tan solo un síntoma de algo más que debemos atender, desde una alimentación desequilibrada hasta nerviosismo.
Por otro lado si padecemos alguna patología que reduzca la absorción de nutrientes, como sería el caso de varios trastornos digestivos, también sería interesante consumir un complejo vitamínico, para reducir el riesgo de sufrir cualquier carencia. De hecho así lo indican a menudo los médicos o dietistas que llevan a estos pacientes.
Complejos vitamínicos y riesgo de déficit
Finalmente se han detectado diversas situaciones en las que se incrementa el riesgo de padecer déficits nutricionales, por lo que en estos casos también sería aconsejado el uso de complejos vitamínicos. Se trata de:
- Consumo frecuente de ultraprocesados
- Seguimiento de dietas muy hipocalóricas
- Seguimiento de dietas vegetarianas
- Consumo elevado de alcohol
- Consumo elevado de tabaco
- Algunos fármacos
Aprovecho aquí a contaros que algunos fármacos muy frecuentes, reducen la absorción de vitaminas o incrementan nuestra necesidad de ellas debido a sus interacciones metabólicas, entre ellos encontramos a los antiácidos y a la píldora anticonceptiva ¿Tú los tomas? ¿Estás en alguna de las situaciones que acabo de contarte? Pues entonces estate atento, puede que alguna vitamina comience a escasear en tu organismo.
¿Cuánto tiempo se puede tomar un complejo vitamínico?
El tiempo en el que se debe tomar un complejo vitamínico dependerá de su composición, de tu estilo de vida y de la finalidad con la que lo tomas.
No será lo mismo un complejo vitamínico para un deportista de competición, que casi permanentemente tiene una actividad física muy elevada, que si lo toma una persona porque está preparando un examen importante, y la fatiga mental le está “pasando factura”.
En algunos casos el propio envase del producto puede indicarte un tiempo recomendado de uso. Otros carecen de esta información, y entones es interesante que hables con un profesional sanitario que te oriente: en la farmacia, tu dietista, tu médico…
Sí que es frecuente tomar los complejos vitamínicos haciendo tiempos de descanso, pues normalmente la percepción de necesitar “un extra” es periódica y no continúa. Por ejemplo, la pauta de dos meses de consumo, y uno de descanso está muy extendida, pero una vez más te insisto que lo más adecuado es adaptarlo a cada situación y que consultes con un profesional.
¿Y tú? ¿Has consumido algún complejo vitamínico? ¿Te lo estás planteando? Espero que en cualquiera de los dos casos este artículo te haya sido de ayuda, y si quieres seguir aprendiendo sobre nutrientes y salud, no dejes de seguirnos.