Hacer una hipoteca sin ahorros: la doble garantía hipotecaria
Para pedir un préstamo hipotecario necesitas aportar entre un 20% y un 30% del valor de la casa de tu dinero. ¿Es siempre así? ¿Se puede conseguir una hipoteca sin ahorros? No, no es siempre as así y sí, se puede financiar una casa sin aportar dinero de tu parte.
El mercado de hipotecas es más flexible de lo que muchas veces pensamos y es capaz de adaptarse a las necesidades de los potenciales clientes. Así han surgido las hipotecas por el 100% de la vivienda o las hipotecas inversas, por poner dos ejemplos.
¿Quieres comprar una casa con hipoteca sin aportar dinero? Las hipotecas de doble garantía son una de las soluciones ¡Sigue leyendo!
Índice
¿Qué es la doble garantía hipotecaria?
El concepto de doble garantía en la hipoteca es bastante sencillo. Básicamente consiste en aportar dos inmuebles como garantía de la hipoteca en lugar de uno.
Las hipotecas son préstamos con una garantía inmobiliaria. El valor de la propia casa es el que actúa como garante del préstamo. Por eso la mayoría de hipotecas financian hasta un 80% de la cantidad más baja entre el valor de tasación y el de compra. De esa forma se aseguran que, incluso ante una eventual caída del precio de la vivienda, recuperarán su inversión si tienen que embargar y subastar la casa.
La doble garantía hipotecaria suma una vivienda más como garantía para ese 20% o 30% adicional que financiará respecto a la hipoteca tradicional.
Por eso mismo puede ser una buena opción para sacar provecho a esa casa que acabas de heredar si, por ejemplo, estabas pensando en comprar para alquilar.
¿Cómo funciona la doble garantía en una hipoteca?
Ahora que conoces la definición de doble garantía hipotecaria, vamos a ver cómo funciona exactamente.
Nada como un ejemplo para entenderlo. Imagina que quieres comprar una casa valorada en 250.000 euros, pero no tienes dinero ahorrado. Puedes acceder a una hipoteca sin ahorros que se estructuraría de la siguiente forma:
- Un 80% del préstamo lo cubrirá la casa que vas a comprar. Es decir, 200.000 euros estarían garantizados por la vivienda que compras y que vale 250.000 euros.
- El 20% restante, que equivale a 50.0000 euros, se garantiza con el segundo inmueble.
A efectos prácticos, el segundo inmueble quedaría libre de cargas hipotecarias tras pagar los primeros 50.000 euros de la hipoteca. A partir de esa cantidad la garantía recaería solo sobre la vivienda que has comprado.
¿Qué pasa si dejas de pagar una hipoteca con doble garantía?
En caso de impago, el banco sólo podrá ejecutar el 20% del segundo inmueble o el porcentaje adicional que hayas financiado.
Pase lo que pase, nunca podrás perder más del porcentaje que hayas incluido del segundo inmueble.
¿Aval o doble garantía hipotecaria?
Ambos son herramientas que sirven como garantía en una hipoteca y cada una tiene sus ventajas y desventajas.
Con un aval la responsabilidad sobre la hipoteca es total. El banco puede reclamar al avalista que haga frente a la totalidad de la hipoteca o ejecutar el aval para pagar todo el préstamo.
Con la doble garantía hipotecaria esa responsabilidad está limitada al porcentaje que ha avalado el inmueble. Como acabas de ver, en el peor de los casos no perderás más allá del 20% de la segunda vivienda.
Requisitos de la doble garantía hipotecaria
¿Sirve cualquier casa para conseguir una hipoteca sin ahorros? Nada más lejos de la realidad. Las entidades financieras no aceptan cualquier vivienda como doble garantía.
El requisito principal para acceder a una hipoteca con doble garantía es que la segunda vivienda esté libre de cargas. Esto quiere decir que no tenga hipoteca y, si todavía no lo has hecho, que canceles la hipoteca ya pagada en el Registro de la Propiedad.
Además, algunas entidades pueden exigir que el valor de la vivienda sea superior a los 100.000 euros.
Alternativas para comprar una casa sin ahorros
Las hipotecas de doble garantía son una solución para financiar la compra de una segunda vivienda o para que un familiar te ayude sin ser avalista. ¿Existe alguna otra opción para financiar el 100% de la vivienda? Sí, hay otros casos en los que un banco puede darte una hipoteca sin ahorros.
1. Tienes un buen perfil y solvencia
Antes de concederte una hipoteca el banco analizará tu perfil económico. Si considera que eres suficientemente solvente puede concederte una hipoteca por el 100% del valor de la casa.
¿Qué significa tener un buen perfil? Hay más de un elemento que se tiene en cuenta como el tipo de contrato. La banca prima a los indefinidos que llevan tiempo en una misma empresa y, por supuesto, a los funcionarios.
El nivel de ingresos también es importante, igual que el patrimonio y capital que tengas. Por ejemplo, podría darse el caso de que te concedan una hipoteca sin ahorros si tienes un buen patrimonio invertido en fondos o seguros de ahorro o si cuentas con varias propiedades, aunque estén hipotecadas.
2. Hipotecas para pisos de los bancos
La banca cuenta con hipotecas especiales para sus propios pisos, tanto los que son frutos de embargos como de promociones en las que invierte.
Para estos pisos podrás conseguir una hipoteca sin ahorros ni doble garantía.
3. Cuentas con garantías adicionales
La doble garantía hipotecaria es sólo una de las muchas formas de aportar una garantía adicional. Un avalista es otra opción que la banca suele valorar positivamente.
4. Que la tasación de la vivienda supere el precio de compra
No es lo habitual, pero podría pasar que la tasación de la vivienda sea superior al precio de compra de la casa. La mayoría de bancos financiará hasta un 80% del valor de tasación de la vivienda. Eso puede ayudarte a conseguir la hipoteca sin ahorros.
Salvo por el porcentaje de financiación, las hipotecas sin ahorros son como cualquier otro préstamos hipotecario. Esto quiere decir que necesitarás contratar un seguro de hogar con la cobertura de daños por fuego.
¿Y el seguro de vida? ¿Es obligatorio un seguro de vida con la hipoteca? Rotundamente no, aunque sí que puede ser recomendable.
Recuerda que este seguro puede estar ligado a la hipoteca o no y que puedes elegir el que tú quieras, no sólo el que te ofrezca la entidad bancaria.