Cómo hacer un plan financiero personal: guía y ejemplos
El control de nuestras finanzas es fundamental para todos y en todas las circunstancias. Para lograrlo, la herramienta indispensable es el plan financiero personal.
Este va mucho más allá de evaluar nuestra situación financiera. Nos ayuda a establecer objetivos tanto para optimizarla, como para conseguir nuevas metas materiales, como un viaje o adquirir una vivienda, o que mejoran nuestro bienestar a través del ahorro.
Por ello, la planificación financiera personal debe convertirse en un elemento relevante de nuestro día a día.
Índice
¿Cómo hacer una planificación financiera personal?
Antes de hacer un plan financiero personal, hay que entender qué es. Lo podemos definir en estos puntos:
- Debe ser integral: es decir, cubrir todos los puntos que engloben las finanzas
- Todos pueden y deben desarrollar un plan financiero personal, da igual si se tiene más o menos dinero. Lo que se busca es el equilibrio y conseguir metas aunque sean diferentes.
- Tiene una orientación, tanto a corto plazo, en el control financiero del día a día, como a largo plazo, en la búsqueda de alcanzar distintos objetivos y mejoras
Con todo ello, para realizar una planificación financiera personal hay que:
- Realizar un presupuesto en el que se reflejen tanto los ingresos como los gastos
- Tener en cuenta las diferencias entre ambos, se pueden dar dos casos: establecer qué hacer con el ahorro si los ingresos superan los gastos o tomar medidas si ocurre lo contrario y hay déficit
- Establecer objetivos financieros que pueden ser muy variados, desde control de gastos, ahorrar para invertir, amortizar deudas, etc.
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¿Qué es un plan financiero personal?
Un plan financiero personal debe contener distintas partes fundamentales:
Objetivos financieros
Establecer objetivos en distintos ámbitos temporales. Toda planificación financiera personal debe empezar con una reflexión en la que se establezcan objetivos, tanto a corto como a medio y largo plazo. Estos objetivos deben ser realistas y evaluables, para poder revisarlos periódicamente.
En el establecimiento de estos objetivos, ya se determinan ciertas pautas que son importantes. Por ejemplo, si tenemos como objetivo comprar una vivienda en 10 años y conseguir dinero para su entrada, habrá que generar ahorro.
Presupuesto a corto y medio plazo
Realizar un presupuesto a corto y largo plazo. Estos objetivos debemos llevarlos a nuestra realidad financiera en una construcción que empieza de lo más cercano, a lo más lejano.
En el corto plazo, se toma como referencia el mes, ya que no solo los ingresos son recurrentes en este periodo de plazo, principalmente el sueldo, sino también la mayoría de los gastos. El presupuesto mensual es uno de los puntos principales y que más tiempo tenemos que dedicar al arranque. No se trata solo de anotarlos, sino de clasificarlos.
Este punto es vital, ya que si queremos conseguir ahorro disminuyendo gastos, debemos clasificarlos para ver cuáles son susceptibles de reducir más fácilmente y cuáles no. Igualmente es importante mensualizar los ingresos y gastos que se pagan anual o trimestralmente, por ejemplo, para tener en cuenta su impacto económico y especialmente reservar dinero para cubrirlos. Un caso muy evidente son los seguros, como el del hogar o el del vehículo, que en la mayoría de los casos son primas anuales.
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Este presupuesto lo proyectamos en el tiempo. Inicialmente, de forma anual, viendo de forma más clara el ahorro conseguido o las necesidades de dinero para equilibrar. Posteriormente, a los siguientes años, ajustando con posibles subidas de gastos, pero también de ingresos.
Hay que tener cuidado con el plan financiero personal a largo plazo. Cuanto más nos alejemos en el tiempo, más irreal o desviaciones tendremos, por lo que no es recomendable irse más allá de 5-10 años.
Ajustar el presupuesto a sus objetivos
Equilibrar el presupuesto con los objetivos. Hay que unir a este presupuesto los objetivos establecidos en nuestro primer paso, algo que no es fácil y que requiere siempre priorizar, en algunos casos destacar y en otros cambiar. Por ejemplo, si queremos ahorrar para estudios, un viaje o la entrada de una vivienda, y la capacidad de ahorro no nos permite alcanzar todos los objetivos. Aunque reduzcamos nuestros gastos, tendremos que elegir cuáles mantenemos y cuáles no, o simplemente jerarquizarlos en tiempo.
Igualmente, circunstancias externas pueden llevar a que cambiemos nuestro plan financiero personal. Por ejemplo, si suben los tipos de interés, usar un dinero ahorrado para el futuro para amortizar la hipoteca, para así disminuir su gasto.
Todo ello muestra que una planificación financiera personal es algo muy vivo. No solo hay que ir ajustándolo a los cambios, sino que cada vez que avancemos en el tiempo, debemos definir nuevos objetivos.
Ejemplo, paso a paso
Vamos a ver de forma sencilla un cómo hacer un plan financiero personal a través de un ejemplo.
Una persona gana 2.000 euros al mes, con unos gastos fijos de alquiler de 700 euros. En servicios imprescindibles como luz, gas o telefonía, entre otros, gasta 400 euros al mes, y el resto de sus gastos suman 600 euros al mes. A esto añade gastos no puntuales que suman 3.000 euros al año. Quiere dejar de alquilar y comprarse una vivienda, pero para eso debe ahorrar para pagar la parte que no le cubrirá la hipoteca. Además, también quiere irse de viaje a Australia.
- En primer lugar, establece dos objetivos, que son conseguir 5.000 euros para irse un mes a Australia y otros 10.000 euros para la entrada de un piso. Ambos los quiere conseguir en 5 años, por lo que necesita ahorrar 3.000 euros al año. Si tenemos en cuenta sus ingresos, 2.000 euros al mes o 24.000 euros al año, parecen viables porque supone un esfuerzo del 12,5% sobre sus ingresos, por debajo de la regla del 20% recomendado.
- Realiza el presupuesto mensual de sus ingresos y gastos:
- Lo primero que hacemos es considerar los gastos anuales como mensuales, con lo que dividimos 3.000 euros / 12 = 250 euros al mes.
- Sumamos los gastos: 700 de fijos, 400 de variables pero obligatorios y 850 euros si sumamos a los 600 otros 250. Esto supone 1.950 euros y solo un ahorro de 50 euros al mes, con lo que se queda muy lejos de los 250 euros mensuales que necesita.
- Realiza un ajuste en los gastos. Por un lado, en los fijos y variables, revisa recibos de luz y teléfono, por lo que consigue reducirlos en un 15% (60 euros al mes) y en los variables recorta en ocio un 15% (90 euros al mes).
- Recalcula su ahorro. Ahora a los 50 euros iniciales + 60 euros + 90 euros, consiguiendo que su ahorro sea de 200 euros al mes, 2.400 euros al año.
- Actualiza su presupuesto a cinco años, con una tasa de inflación del 4% media que suma a los gastos, y los ingresos a un 3%. Esto conlleva que el ahorro en cinco años sea menor (aumentan más los gastos que los ingresos), en total ahorraría 11.760 euros.
- Reajusta sus objetivos, pone como prioridad la entrada para la vivienda, a la que destina los 10.000 euros iniciales y en segundo lugar al viaje 1.760, que tendrá que ser a otro lugar. No descarta usar ese fondo inicial para la vivienda.
💡 Te enlazo nuestro post con trucos para ahorrar dinero por si te sirve de ayuda en esta complicada tarea.
Aunque de forma simple, vemos que el plan financiero personal lleva a controlar los ingresos a corto y medio plazo, a la vez que lleva ese control a objetivos de todo tipo.
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