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¿Se ahorra de verdad con un coche en leasing?

Ilustración de un coche utilitario gris

El leasing ha ido ganando espacio en los últimos años como método de financiación para los vehículos. ¿Es una opción adecuada para ti? Los números tienen la clave. Y como suele ocurrir en aquellas decisiones financieras que afectan a nuestro bolsillo, la respuesta no va a ser uniforme, ya que, aunque los números digan una cosa, las situaciones personales o el uso del vehículo pueden decir otra.

¿Qué es el leasing y el préstamo coche?

Simplificando, diremos que un préstamo coche es un préstamo personal que nos financia la totalidad o parte del precio del vehículo. Este préstamo lo devolveremos en cuotas, generalmente en un modelo de préstamo lineal, que a largo plazo se van amortizando los intereses y dependiendo del préstamo, pueden ir de más a menos importe. Existiendo también, como todo préstamo, la opción de la amortización anticipada, algo siempre interesante, ya que evitar intereses futuros puede ser bueno para tu bolsillo

El leasing sería una propuesta de financiación en la que se nos arrienda un vehículo durante un periodo de tiempo aportando una cuota mensual y, transcurrido este período de tiempo, se nos ofrece la posibilidad de adquirir el vehículo por el resto de su valor. También existe la opción de devolver el vehículo o de solicitar otro nuevo, reiniciando de este modo la operación.

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Existen diferencias importantes entre ambas opciones

Marcamos las diferencias en base a diferentes aspectos:

Cuotas del préstamo

En el caso del préstamo las cuotas suelen ser más elevadas, pero no existe cantidad residual alguna que alguna que abonar. Es decir las cuotas se mantendrán más o menos estables, incluso decrecientes a lo largo del tiempo. El leasing, por su parte, ofrece cuotas mensuales más bajas, pero, la titularidad del vehículo no será nuestra en todo caso hasta que abonemos la cantidad final, que suele ser relativamente elevada, debido a los plazos de amortización.

En los préstamos personales los plazos de amortización medios van desde los cinco años hasta los ocho años, incluso más en algunas propuestas. Sin embargo, en el leasing los plazos máximos de financiación mensual oscilan entre los tres años y los cinco años. Pasado este periodo de tiempo, o bien abonamos la cantidad restante, o devolvemos el vehículo, o solicitamos otro vehículo y le iniciamos la operativa. Obviamente en los dos últimos casos el vehículo no sería de nuestra propiedad.

Tipos de interés

Por tanto, tenemos que, generalmente, las cuotas de leasing puede ser más bajas que las cuotas del préstamo coche. Sin embargo, los tipos de interés suelen ser más elevados. Esto se nota especialmente en el resultado final, es decir cuando a las cuotas aportadas durante el período de financiación mensual se le suma el valor residual de la última cuota en el leasing.

Por tanto, desde el punto de vista puramente matemático, aunque las cuotas de leasing sean más baratas, generalmente acabaremos pagando más dinero si nuestra intención es quedarnos con el vehículo. Sin embargo, hay matices.

¿Por qué hay que tener en cuenta los matices?

Es importante tener en cuenta los matices ya que aunque matemáticamente puede ser más caro un leasing que un préstamo coche, esto no siempre es igual de rentables para el bolsillo.

Por ejemplo, si se desea cambiar de vehículo por motivos profesionales (o por el motivo que sea) cada tres años, obviamente, el leasing resulta más rentable. Es cierto que el vehículo nunca será nuestro, pero las cuotas serán más bajas que las de vehículo adquirido en propiedad, con el valor añadido de cambiar de vehículo cada poco tiempo.

Leasing y desgravación

Además, en el caso de las pymes o los autónomos que utilizan el vehículo como instrumento de trabajo, el leasing puede resultar interesante por otros motivos, por ejemplo, es posible desgravar el leasing algo que no puede hacerse con un préstamo personal. El mayor handicap que se da en esta circunstancia es la limitación de kilómetros anuales que el leasing puede imponer en la operación, kilometraje que tal vez no sea el más adecuado dependiendo del uso profesional que se le va a dar al vehículo.

Así que, como ves, para vehículos de gama media y baja, la diferencia de precio final es poca y a favor del préstamo personal. Sin embargo, el uso y el kilometraje del vehículo pueden ser elementos determinantes que hagan más interesante para tus finanzas el leasing.

Se ahorra de verdad con un coche en leasing

¿Cuál es la diferencia entre leasing y renting?

El leasing y el renting son dos formas populares de obtener un coche sin la necesidad de comprarlo. Aunque ambos implican el uso de un vehículo a cambio de pagos regulares, hay diferencias clave entre ellos.

La principal diferencia es que el leasing es una forma de financiación que da la posibilidad de adquirir el vehículo al finalizar el contrato de arrendamiento. Sin embargo, en el renting el titular no accede a la propiedad cuando finaliza el acuerdo de arrendamiento.

Además, en un contrato de leasing, el arrendatario generalmente es responsable del mantenimiento y los costes de reparación del automóvil durante el período del arrendamiento, mientras que en un contrato de renting están incluidas, no incurriendo en costes para el usuario.

Sin embargo, en ambos casos se está arrendando un vehículo por un tiempo determinado, con un limite anual de kilometraje

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¿Qué es más barato el renting o el leasing?

El precio entre leasing y renting puede variar según el automóvil, la duración del contrato y otros factores, en general, el leasing tiende a ser más barato en términos de pagos mensuales en comparación con el renting.

Esto se debe a que los pagos mensuales de renting cubren no solo el uso del vehículo, también servicios como mantenimiento, reparaciones, impuestos y seguro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al final del contrato de leasing, generalmente tienes la opción de comprar el automóvil al precio del valor residual.

La elección entre ambos depende de tus necesidades, preferencias y circunstancias individuales.

Experto en Ahorro y Finanzas

Soy un apasionado de las finanzas personales y los impuestos. Me decido desde hace más de 15 años a escribir sobre ahorro, dinero, inversión y fiscalidad en diferentes medios.
Me gusta pensar que ayudo a las personas a mejorar su formación financiera y a tomar mejores decisiones sobre el dinero. De hecho, las finanzas conductuales son una de mis grandes pasiones. Y es que cuando se trata de nuestro dinero, somos mucho menos racionales de lo que pensamos. En mis artículos entenderás por qué.

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