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Intolerancia a la fructosa ¿Qué alimentos puedo comer?

intolerancia a fructosa mujer

Cada vez se diagnostican más personas con intolerancias, y la intolerancia a la fructosa es una de las más frecuentes. A veces puede confundirse inicialmente con la intolerancia a la lactosa, con la que comparte varios síntomas de los que te hablamos en el siguiente post: alternativas a la leche si tienes intolerancia a la lactosa.

Con este artículo tendrás varias pistas sobre si padeces una intolerancia u otra, aunque siempre deberías pedir a tu médico una prueba que lo corrobore. Ya que existen otros tipos de intolerancias, como al sorbitol, que aunque es menos frecuente también producirían síntomas similares a la intolerancia a la fructosa.

Más allá de las intolerancias, los desequilibrios en la microbiota intestinal pueden dar lugar también a molestias similares a la intolerancia a la fructosa. Al fin y al cabo, la microbiota es determinante para una buena digestión.

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Por suerte, existen pruebas, como las de aire espirado, con las que medimos los gases de nuestro aliento, y que nos permiten descubrir mucho sobre el estado de nuestra microbiota y sus posibles desajustes. Esto es debido a que varios tipos de bacterias, con su metabolismo producen una clase u otra de gases. Así que de estas pruebas se pueden deducir varios de los grupos predominantes en la microbiota.

Si quieres profundizar en la importancia de estos millones de microorganismos, tanto para el sistema digestivo, como para la inmunidad, te dejo nuestro post ¿Qué es la microbiota intestinal?

¿Qué es la intolerancia a la fructosa?

Lo primero aquí es recordarte que la fructosa es un tipo de azúcar, presente en las frutas, y en menor medida en verduras y hortalizas. Es además parte del azúcar de mesa, llamada sacarosa.

Cuando se refina se usa además para endulzar en muchos alimentos ultraprocesados, especialmente en los refrescos. Hasta aquí todo claro, pero luego el tema se complica… Y te digo esto porque la intolerancia a la fructosa consiste en un trastorno digestivo que aún no se comprende del todo. Hasta hace muy poco se pensaba que implicaba una mala absorción de la fructosa, debido a un defecto en sus transportadores intestinales, principalmente el GLUT5.

Esto derivaría en que no se absorbiese correctamente en el intestino delgado. Entonces al pasar en grandes cantidades al colon, daría lugar a una fermentación excesiva, que desencadena síntomas digestivos similares a los del colon irritable.

Sin embargo, en algunas personas con intolerancia a la fructosa se ha comprobado que su capacidad de absorción en el intestino delgado es igual que el de las personas que no padecen esta intolerancia.

Esto ha dado lugar a teorías que aún se están investigando, como la de desequilibrios bacterianos en el intestino grueso que provoquen una fermentación excesiva de la fructosa.

Por contra, en personas con una intolerancia a la fructosa hereditaria existe un déficit de la enzima que tiene que metabolizar la fructosa.

intolerancia a la fructosa sintomas dolor de tripa

Qué síntomas tiene la intolerancia a la fructosa

Como hemos mencionado los síntomas de la intolerancia a la fructosa son similares a los del colon irritable, también llamado “síndrome del intestino irritable”. Esto es así para la intolerancia al fructosa que no es hereditaria.

Entre esos síntomas encontramos:

  • Distensión abdominal
  • Heces pastosas
  • Diarrea
  • Gases
  • Calambres y cólicos abdominales

En el caso de la intolerancia a la fructosa hereditaria los síntomas cambian, y nos encontramos, entre otros, con trastornos metabólicos que afectan al hígado y al riñón:

  • Hipoglucemia
  • Aversión a los dulces
  • Retraso en el crecimiento
  • Convulsiones
  • Temblores
  • Nauseas y vómitos
  • Dolor abdominal
  • Letargo
  • Confusión
  • Sudoración
  • Esteatohepatitis
  • Acidosis tubular renal

En el caso de la intolerancia a la fructosa hereditaria, si la ingesta de fructosa continua, puede derivar en graves problemas de salud. Entre ellos cirrosis hepática, insuficiencia renal crónica, deterioro mental irreversible, e incluso provocar un coma.

Si quieres saber más sobre esta enfermedad, te dejo el artículo para profesionales del manual MSD, el compendio sobre medicina más prestigioso a nivel mundial. Se titula: trastornos del metabolismo de la fructosa.

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Causas y tipos de intolerancia a la fructosa

Como hemos ya comentado, en el caso de la intolerancia a la fructosa que no es hereditaria, no se tiene aún claro ni la causa ni cómo se produce exactamente este trastorno. En estos pacientes se han observado alteraciones en las pruebas de aire espirado tras ingerir fructosa. Lo que apunta a una disbiosis bacteriana, y por tanto a una microbiota desequilibrada.

Algunos autores indican que esa alteración podría deberse a un problema previo de inflamación intestinal. Otros mantienen aún que se debe a un defecto en los transportadores de fructosa que deberían captarla en el intestino.

Quizás existan pacientes en los que el origen sea distinto, pero el cuadro sintomático sea el mismo, y de ahí la actual confusión. Por tanto en algunos casos de intolerancia a la fructosa no hereditaria, podría haber el llamado “síndrome de mala absorción de fructosa”, pero no parece ser así en todos los casos

Por otro lado, en el síndrome hereditario de intolerancia a la fructosa, también llamado fructosemia, la causa es mucho más clara. Es de origen genético e implica la deficiencia de la enzima fructosa 1-fosfato aldolasa (o aldolasa B), lo que impide que los afectados puedan metabolizar bien la fructosa.

Se acumula entonces la molécula denominada fructosa 1-fosfato, tanto en el hígado como en el riñón. Esto provoca, entre otros, alteraciones en la producción de glucosa, lo que puede derivar, como ya hemos visto, en hipoglucemia.

Como mencionábamos, las intolerancias a los alimentos cada vez son más comunes. Precisamente de ello hablamos en uno de los vídeos de #PrevenirEsCuidar, nuestra línea de contenidos en la que pretendemos inspirarte para que logres tu bienestar.

¿Qué alimentos están permitidos para los intolerantes a la fructosa?

Los alimentos más seguros en estos casos son los de origen animal, ya que no contienen fructosa, es decir:

  • Carnes blancas y rojas
  • Pescados blancos y azules
  • Huevos
  • Moluscos
  • Mariscos
  • Lácteos sin endulzar
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Se suelen tolerar además bien pequeñas cantidades de fructosa, como la que hay en la mayoría de los vegetales, especialmente en los de hoja verde, o en las patatas llamadas “viejas”

En cuanto a las legumbres las que contienen menos fructosa son los derivados de la soja, como el tofu. Respecto a las legumbres en grano, la mejor tolerada es la lenteja, aunque su consumo debe ser ocasional.

Los cereales y sus derivados sin endulzar, como la pasta, pueden tomarse, pero no deben de ser integrales.

En las frutas las mejor toleradas son el aguacate y la papaya, mientras que puede valorarse también la ingesta de pequeñas cantidades de cítricos, kiwi, fresa y plátanos.

En el caso de la intolerancia hereditaria a la fructosa, se debe de ser especialmente restrictivo con las frutas, por esto se les suele suplementar con vitamina C. En cualquier caso sí que podrían tomar limón o lima.

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¿Qué alimentos están prohibidos?

Como acabamos de ver para la intolerancia hereditaria a la fructosa se debe de ser más estricto. Por eso en este caso se prohíben.

  • Cereales integrales, sus derivados y los productos con salvado
  • Miel y siropes ricos en fructosa como el de ágave
  • Maíz dulce y jarabe de maíz
  • Endulzantes: sorbitol e isomaltitol
  • Azúcar
  • Frutas y sus zumos
  • Refrescos
  • Lácteos endulzados: yogures, flanes, helados…
  • Galletas, bollería y pastelería
  • Mermeladas, confituras, membrillo
  • Legumbres, excepto las mencionadas en el anterior apartado
  • Carnes y pescados ultraprocesados: fiambres, salchicas, patés, surimi, gulas…
  • Zanahoria y remolacha
  • Boniato y calabaza
  • Bebidas vegetales endulzadas
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Como cuando no hay un origen genético en la intolerancia a la fructosa la cantidad que se tolera de este azúcar es variable, se puede ir probando el umbral que desencadena los síntomas, con pequeñas cantidades de estos alimentos.

Esta reintroducción se debe de hacer siempre de la mano de profesionales, para evitar provocar malestar digestivo y un empeoramiento del cuadro.

Lo que no se debería es ir probando a quitar y poner alimentos sin la ayuda de profesionales, que te garanticen una adecuada cantidad de nutrientes en cada ingesta. Por eso si tienes dudas sobre si padeces intolerancia a la fructosa, debes hacerte las correspondientes pruebas.

De esto te hablamos en nuestro post: Intolerancia alimentaria: cómo saber a qué alimentos eres intolerante. En el que comprobarás que para distintas intolerancias hay distintos tipos de pruebas diagnósticas.

Con esto ya nos despedimos, esperamos que nuestro artículo te haya parecido entretenido y sobre todo útil. Muchas gracias por llegar hasta aquí y no dejes de seguirnos si quieres estar informado para aprender a cuidarte, a ti y a los tuyos. Recuerda que en Aegon nos encanta divulgar salud.

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Especialista en Salud Natural y Dietética
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Máster Universitario en Salud Natural y Nutrición. Experta en Alimentación Antiinflamatoria y psiconeuroendocrino-inmunología, el área de la ciencia que estudia la relación del sistema nervioso con el resto de nuestro organismo. Diploma de estudios avanzados en: Microbiota, inmunidad y sistema digestivo. Cursos de doctorado en: Biología del Cáncer. Autora de los libros: "¿Y ahora qué puedo comer?" y "Comer para cuidarse". Compagino la pasión de mi trabajo en consulta con la impartición de diversos cursos y las charlas divulgativas.