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Síndrome del nido vacío: Cómo gestionarlo y superarlo

Una familia de cuatro integrantes juntas bajo una puesta son en una playa

Cuando los hijos se marchan de casa dejan un vacío difícil de llenar. Sin embargo, más que una pérdida puede ser una oportunidad, si consigues enfocar bien esta nueva etapa de tu vida.

El síndrome del nido vacío es la sensación que algunos padres experimentan cuando sus hijos abandonan el hogar. Suele darse con más intensidad en las mujeres, aunque los nuevos modelos de familia han provocado que las cifras sean cada vez más parejas.

Ante esta situación hay muchas cosas que podemos hacer, además algunas de ellas verdaderamente interesantes tanto para nuestra salud mental como para nuestra vida en general.

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¿Qué es el síndrome del nido vacío?

El síndrome del nido vacío es la sensación que algunos padres experimentan cuando sus hijos abandonan el hogar. Suele darse con más intensidad en las mujeres, aunque los nuevos modelos de familia han provocado que las cifras sean cada vez más parejas.

Las amistades y los familiares son claves en este periodo en el que se debe reaprender a vivir. También lo es cultivar las aficiones, e incluso, descubrir nuevas. En la jubilación el tiempo libre es mucho y, emplearlo de manera activa es una gran elección.

Por supuesto, puede ser un momento más que interesante para plantearse aquellos proyectos vitales que antes no pudiste emprender. Por ejemplo, realizar un buen viaje, pasar temporadas en otros países, etcétera.

¿Por qué se produce?

El síndrome del nido vacío genera emociones complejas y mixtas, que pueden incluir sentimientos de pérdida, soledad, tristeza, pero también libertad y oportunidad para redescubrirse a sí mismos.

Las causas de este síndrome son diversas y pueden variar entre personas. La sensación de pérdida del rol parental principal, el cambio en la dinámica familiar y la adaptación a un nuevo estilo de vida sin los hijos en casa son factores comunes que contribuyen a este síndrome.

La intensidad de estas emociones depende de múltiples aspectos, incluyendo la relación previa con los hijos, el grado de implicación en sus vidas y la capacidad individual para adaptarse a los cambios.

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Factores sociales

La dinámica familiar y las interacciones sociales son elementos cruciales que afectan la transición de los padres cuando los hijos abandonan el hogar. Algunas cuestiones sociales que pueden influir significativamente en cómo se percibe y maneja el síndrome del nido vacío son:

  • Las expectativas de la familia en torno al papel de los padres y la dinámica familiar pueden influir en la percepción de vacío al irse los hijos.
  • La falta de una red social sólida fuera del núcleo familiar puede aumentar la sensación de aislamiento al enfrentar la partida de los hijos.
  • La percepción negativa o el estigma asociado a la incapacidad para adaptarse rápidamente a la vida sin los hijos puede generar ansiedad y estrés en los padres.

Factores culturales

También hay influencias culturales que moldean las percepciones y emociones asociadas a este cambio familiar, entre ellas destacan:

  • En algunas culturas, la crianza de los hijos se considera un aspecto central de la vida familiar, lo que puede intensificar las emociones cuando los hijos abandonan el hogar.
  • Expectativas culturales sobre los roles de género pueden influir en la forma en que los padres enfrentan la ausencia de los hijos. Por ejemplo, si se espera que las madres sean más afectadas por la partida de los hijos.
  • Las expectativas culturales sobre lo que sigue después de que los hijos se van pueden variar según la cultura, lo que puede influir en la forma en que se percibe esta transición.

Estos factores sociales y culturales pueden desempeñar un papel importante en la manera en que se experimenta y se maneja el síndrome del nido vacío en diferentes contextos y culturas.

el síndrome del nido vacío

Etapas del nido vacío

La primera fase viene con el abandono del hogar de los hijos. Se empieza con emociones como la tristeza o la soledad, así como el vacío y el aburrimiento, que viene dado por la sensación de no tener nada que hacer. Esto ocurre debido a la falta de tareas y responsabilidades una vez acaba la convivencia con tus hijos en casa.

El síndrome avanza con la llegada de recuerdos de la infancia de los hijos. A menudo, esta etapa se encuentra llena de memorias felices y es normal que en una situación de incertidumbre y tristeza echemos la vista atrás.

Si estas situaciones consiguen afectarnos en gran medida, el síndrome del nido vacío podría afectarnos con mas contundencia a nivel mental, haciéndonos creer que la vida no tiene sentido o que ya no se va a ser tan feliz nunca más. También puede afectarnos a nivel físico, con dolores o problemas de insomnio.

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Síntomas del nido vacío

Este síndrome, que no se define como enfermedad, tiene algunos síntomas bastante marcados. Sensación de vacío, soledad, ansiedad y melancolía o irritabilidad junto a tristeza, son los más habituales y negativos. Estos síntomas los podemos apreciar también en otros procesos de perdidas o separaciones afectivas.

Si no se toman las medidas adecuadas, esto puede derivar en problemas más graves como cuadros depresivos o ansiedad. Por eso es importante identificar esta etapa y tratar de lidiar con los posibles síntomas que esta conlleve.

Consecuencias en madres y padres

El síndrome del nido vacío puede tener diversas consecuencias emocionales y psicológicas tanto en madres como en padres.

Para madres, se más común el sentimientos de pérdida, soledad o vacío al verse alejadas del rol activo de la crianza. Incluso puede desencadenar en ansiedad, depresión o estrés debido a la adaptación a un cambio significativo en la estructura familiar. Además de reevaluar su identidad y propósito al no estar dedicadas a tiempo completo a la crianza de los hijos.

Por otro lado, los padres experimentan una disminución en el sentido de utilidad o propósito al dejar de cumplir un rol central en la vida diaria de sus hijos. También puede aparecer sentimiento de vacío y nostalgia al adaptarse a un hogar más silencioso y menos activo. Posiblemente aumente la vulnerabilidad emocional al enfrentar el cambio en la dinámica familiar.

Estas consecuencias pueden variar en intensidad y duración dependiendo de diversos factores individuales y contextuales.

¿Es más frecuente en padres o madres?

El síndrome del nido vacío puede afectar tanto a padres como a madres, y su prevalencia no está necesariamente ligada a un género específico. Ambos padres pueden experimentar sentimientos de pérdida, soledad o un cambio emocional significativo cuando sus hijos abandonan el hogar.

Sin embargo, en algunos casos, las madres pueden ser más propensas a experimentar este síndrome debido a su mayor dedicación tradicional a las responsabilidades de crianza en comparación con los padres. No obstante, cada individuo y cada familia son diferentes, por lo que la manera en que se enfrenta esta transición puede variar considerablemente entre personas y no necesariamente se puede generalizar por género.

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Tratamiento y cómo superar el síndrome del nido vacío

Reaprender a vivir es la parte básica para superar el síndrome del nido vacío. En primer lugar, como ejercicio previo, hay que prepararse emocional y mentalmente para que la soledad no se convierta en un elemento agresivo cuando nuestros hijos se independicen.

Para ello, hay que empezar a soltar amarras mucho antes, y acostumbrarse a que en un punto concreto nuestra vida dejará de girar alrededor de ellos. Es importante también ayudarles en este proceso. Cuanto más convencidos estamos de su valía para cuidarse por sí solos, más tranquilos nos vamos a sentir.

Cuando estamos en pareja, podemos tomar este momento como el principio del redescubrimiento de nuestras relaciones no como padres, sino como compañeros de vida. Esto puede ser el principio de una mejora en muchos aspectos de la relación, incluyendo el apartado sexual de la pareja. Cuando no tenemos pareja, puede ser un buen momento para tratar de mejorar nuestras relaciones sociales y, quién sabe, encontrar de nuevo el amor.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Es recomendable considerar la búsqueda de ayuda profesional si los sentimientos relacionados con el síndrome del nido vacío interfieren significativamente en la calidad de vida o la capacidad para realizar actividades diarias.

Por ello, si los sentimientos de tristeza o depresión son persistentes, existe una dificultad considerable para adaptarse a la vida sin hijos en casa, se experimenta aislamiento social o caes en problemas de salud mental o física, es fundamental acudir a un especialista.

Desde Aegon recomendamos la terapia o el asesoramiento para proporcionar apoyo emocional y estrategias para adaptarse a este cambio de vida. Además, participar en grupos de apoyo o actividades sociales puede ser beneficioso para conectar con otras personas que están pasando por una experiencia similar.

Experto en Ahorro y Finanzas

Soy un apasionado de las finanzas personales y los impuestos. Me decido desde hace más de 15 años a escribir sobre ahorro, dinero, inversión y fiscalidad en diferentes medios.
Me gusta pensar que ayudo a las personas a mejorar su formación financiera y a tomar mejores decisiones sobre el dinero. De hecho, las finanzas conductuales son una de mis grandes pasiones. Y es que cuando se trata de nuestro dinero, somos mucho menos racionales de lo que pensamos. En mis artículos entenderás por qué.

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