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Qué son los intereses bancarios y cómo afectan a tu bolsillo

que son los intereses bancarios

Si existe una clave del negocio bancario a lo largo de la historia esta es el interés bancario. Vamos a conocer un poco más sobre qué es y cómo funciona el interés bancario, y por supuesto cómo afecta a tu bolsillo.

Los intereses bancarios son una parte fundamental de negocio de la banca. Lo mas normal cuando se menciona el término es pensar en préstamos, pero también podemos encontrarlos en operaciones entre particulares, es en definitiva, una figura que se ha incorporado a las transacciones económicas de manera absoluta en los últimos siglos.

¿Qué son los intereses bancarios?

De manera genérica podemos definir los intereses como la contraprestación económica que se obtiene cuando se cede un capital. Por ejemplo, si hablamos de productos financieros, cuando se accede a un capital entre partes, se genera esa cantidad denominada intereses, que se conciben como una compensación económica a la parte que en la operación ofrece la disponibilidad de un capital a otra parte.

Para nuestro bolsillo tenemos que entender que los dos vértices de los intereses de los productos financieros basculan entre cuando pagamos intereses por disponer de un capital o cuando recibimos intereses por ceder un capital. Como ya hemos visto anteriormente dos ejemplos claros pueden ser los préstamos hipotecarios y los seguros de ahorro.

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¿Cómo funciona el interés bancario?

El interés bancario viene marcado por la tasa de interés, esta tasa se manifiesta como un porcentaje del capital total de la operación a la que se vincula.

Los intereses bancarios se pactan de antemano a través de contratos escritos, incluso cuando estos intereses no son garantizados. Cuando no se realiza un contrato que se suscribe entre partes se entiende que la cesión del capital no tiene un coste añadido, por tanto la aplicación de intereses sería del 0%.

En los contratos en los que aparezcan los intereses bancarios deben aparecer también otros datos que incluyan las duraciones de las operaciones, los modelos de devolución, los gastos, la frecuencia de la devolución…

Hay que tener en cuenta que los intereses suele vincularse a periodos concretos, generalmente de un año, lo que se denominaría tipo de interés anual. Aunque podemos encontrarnos otros periodos y otras aplicaciones.

El funcionamiento del interés bancario realmente no es complejo: alguien ofrece una retribución a otra persona a cambio de disponer temporalmente del dinero de esta segunda persona. Este dinero se devolverá en un plazo de tiempo con una cantidad adicional que será la que se considera en beneficio de quien ha ofrecido y asumido el riesgo para su dinero.

¿Cómo se calcula interés bancario?

El cálculo de las tasas de interés bancario en la actualidad aplica un único estándar a nivel internacional. La cantidad de dinero que va a cobrar como beneficio quien ha prestado su capital se calcula con una fórmula simple:

М = C x (1 + R/100 x T/360)

  • C = cantidad de ahorro o capital inicial
  • R = tipo de interés bancario;
  • T = tiempo de depósito (en días);
  • 360 = días al año. En el sector bancario se considera que cada mes siempre tiene 30 días

Imagínate que contratas un depósito al 1% a dos meses de duración. Gastos al margen cuando venciera el plazo de tu depósito se aplicaría la fórmula de la siguiente manera:

М = 1.000 € * (1 + 1/100 * 1 año) = 1.010 €

Ten en cuenta que esta fórmula es para un cálculo de liquidación de intereses anuales, es decir tu depósito se liquidaría una vez transcurrido el año en una única liquidación, pero, existen otros productos o incluso otros depósitos en los que los intereses se calcular varias veces dentro de un año, por ejemplo de manera mensual. En este caso lo que tenemos es un interés compuesto.

La fórmula para determinar el interés en este caso sería la siguiente:

M = C x (1 + R/100 x 30/360) ^ (360/30))

Según esto, cuanto menos dura el plazo más ganancia por interés recibe el cliente ya que del interés compuesto la ganancia se suma a las siguientes operaciones de cálculo.

💡 Aprende más sobre intereses: ¿Qué es el TIN?

El endeudamiento y los intereses

¿Todas las buenas acciones para tu futuro financiero se basan en ahorrar? Pues no necesariamente, hay algunas donde la deuda es protagonista. Ahorrar es importante, pero evitar el endeudamiento o amortizar anticipadamente tus deudas también puede serlo.

No hay peor enemigo de las finanzas personales que el endeudamiento. Ojo, hay que tener en cuenta que no hablamos de endeudamiento razonable, que en determinados momentos de la vida puede ser incluso beneficioso, por ejemplo, cuando adquirimos nuestra primera vivienda.

Cuando hablamos de endeudamiento en negativo para nuestras finanzas, nos referimos a aquellas deudas que podríamos haber evitado o que nos suponen un coste que lastra nuestra economía personal.

Hay muchos ejemplos pero vamos a centrarnos en dos de ellos.

seguro de salud

Tarjetas de crédito

El uso incorrecto de las tarjetas de crédito sería el primero y uno de los más habituales. Las tarjetas de crédito pueden ser una herramienta beneficiosa bien utilizadas. Sin embargo, también pueden convertirse en uno de los peores enemigos de tu bolsillo.

Es muy frecuente el uso de la tarjeta de crédito para disponer de dinero en metálico cuando no se llega a fin de mes o cuando hay que hacer frente a algún gasto. Esto, además de suponer un coste en intereses muy elevado, generalmente acaba con el efecto bola de nieve. Terminamos de cubrir un gasto, pero abrimos otro ya que no nos alcanza y entramos en una espiral de economía a crédito con un coste verdaderamente elevado.

El mal uso de las tarjetas de crédito es uno de los principales motivos del sobreendeudamiento de las economías domésticas. Si tenemos en cuenta que del sobreendeudamiento al colapso de las finanzas personales hay sólo un paso, entenderemos rápido el motivo por el que hay que tener un cuidado extremo en el uso de esta herramienta.

Créditos rápidos

Es obvio que un crédito rápido puede solucionar un problema inmediato, pero, la solución inmediata de un problema si se transforma en un problema medio y largo plazo puede ser mucho peor.

Los créditos rápidos son caros, pero, pero, los impagos en los créditos rápidos generan una espiral de morosidad que acaba multiplicando de manera exponencial el dinero del que se había dispuesto.

Del mismo modo que ocurre con las tarjetas, pero con más reservas, este tipo de herramientas deben utilizarse con cabeza. Sólo en caso de necesidad, y sólo en caso de absoluta certeza sobre que su devolución no va a suponer un problema real para nuestra economía personal.

Recuerda que las prescripción de las deudas no es una solución, además, menos en el caso de las deudas financieras.

La amortización anticipada

La mejor manera de entender la importancia de la amortización anticipada es valorar los intereses que te vas a ahorrar como si fueran el producto de una inversión.

Por ejemplo, calcular los intereses que va a suponer nuestra hipoteca durante un periodo determinado de tiempo. Una vez obtenidos, si nuestra hipoteca tiene una comisión por cancelación anticipada, restar dicha comisión o gastos. La cantidad que surja debería ser comparada con las posibles rentabilidades que en el mismo plazo de tiempo sobre el que vamos a amortizar podríamos obtener.

Esto, por ejemplo, es muy interesante para aquellas personas que prefieren garantizar su dinero, y no arriesgarse en inversiones con un perfil de riesgo elevado.

Si una amortización anticipada de nuestra hipoteca nos supone, por ejemplo, un ahorro de 1.000 euros, deberíamos compararlo con productos garantizados y la rentabilidad que nos ofrecen para el dinero que hemos amortizado, y el periodo de hipoteca que hemos recortado en amortización.

Esto no va a ser igual para todas las personas. Habrá quienes busquen expectativas altas para su rentabilidad, y para ello asuman riesgos. En este caso, puede que dichas expectativas superen la opción de rentabilidad de la amortización anticipada. Pero, siempre con la posibilidad de no tener éxito en la inversión y por tanto perder dinero.

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Experto en Ahorro y Finanzas
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Soy un apasionado de las finanzas personales y los impuestos. Me decido desde hace más de 15 años a escribir sobre ahorro, dinero, inversión y fiscalidad en diferentes medios.
Me gusta pensar que ayudo a las personas a mejorar su formación financiera y a tomar mejores decisiones sobre el dinero. De hecho, las finanzas conductuales son una de mis grandes pasiones. Y es que cuando se trata de nuestro dinero, somos mucho menos racionales de lo que pensamos. En mis artículos entenderás por qué.