Cómo ahorrar más cuando tus ingresos no son fijos
Tanto las personas con trabajos por cuenta ajena tradicionales, como los nuevos modelos de empleo, traen consigo un tipo de ingresos no fijos. Estas personas, con ingresos no fijos, también pueden ahorrar perfectamente pero con una particularidad.
Obviamente, cuando los ingresos no son fijos parece más complicado establecer un modelo de presupuesto en el que el ahorro tenga cabida de manera sistemática. Y sin embargo, así debería ser. Hay que tener en cuenta para ello algunas ideas, veamos las que pueden resultar más interesantes.
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Ahorrar sin ingresos fijos buscando el punto cero
Puede resultar un poco complejo en inicio, sin embargo, una vez puesto en marcha va a resultar realmente útil.
Habitualmente este tipo de fórmula se utiliza cuando se trata de salir de una situación financiera compleja, por ejemplo cuando te acucian las deudas. Sin embargo, incluso para aquellas economías más o menos saneadas pero con ingresos irregulares, puede ser muy útil.
¿Qué es el punto cero de gasto?
Como su propio nombre indica vamos a buscar el punto cero de gasto. Esto no significa dejar de gastar, sino racionalizar la manera en la que consignamos el gasto. Para ello vamos a contemplar todos los gastos mensuales, y lo haremos sin justificación de la manera más realista posible. Despegándonos un poco de implicaciones emocionales o de otro tipo. Simplemente consignamos el gasto y el importe. Ahora lo que vamos a tratar de hacer es buscar dinero para esos gastos. Para ello, vamos repasando nuestros ingresos, pero, desde una perspectiva medio-baja. Es decir, tomaremos los meses de menos ingresos del año y haremos una media con ellos. Con esa media vamos a asignar gasto a gasto la cantidad necesaria. Una vez cubierto todo el gasto habremos alcanzado el punto cero. Recuerda que cada euro debe tener un destino evidente en esta cuenta de gasto. Hay otros modos de hacer un presupuesto que realmente funcione, pero este es muy eficaz en este tipo de economías.
Una vez hecho lo anterior deberíamos repasar a fondo el significado de nuestro gasto. Y ahora sí podemos buscar justificaciones, o podemos incluir factores más allá del puramente monetario. Alcanzado el gasto cero, y mejorado si es posible, es el momento de decidir cuánto dinero destinamos del sobrante al ahorro. En caso de necesidad, por ejemplo confiados por las deudas, todo el sobrante se debe destinar a la amortización de deuda. Cuando se trata simplemente de gestionar de manera correcta unos ingresos irregulares, puedes elegir un porcentaje determinado para el ahorro.
Importancia de un fondo de emergencia
Ya habrás escuchado o leído con bastante frecuencia que cuanto antes comiences a ahorrar para la jubilación mejor. Es decir, pero, incluso antes de comenzar con el ahorro para la jubilación, y más en aquellas economías de ingresos irregulares, hay algunas cosas que debes hacer. La primera de ellas es crear un fondo de emergencia.
Un fondo de emergencia es una herramienta básica cuando tus ingresos no son regulares. Se trata de una cantidad de dinero que, en los meses de menos ingresos, o incluso si en algún momento dejas de tenerlos, puede responder por tus gastos durante un periodo de tiempo.
Por tanto, lo ideal, lo primario, es que si has realizado un presupuesto punto cero como el que hemos comentado, vayas destinando todo el sobrante inicialmente a crear este fondo de emergencia. Hay muchas teorías al respecto, pero, un fondo de emergencia como mínimo debería cubrir entre tres meses y seis meses de esos gastos que hemos detectado cuando realizábamos el presupuesto.
Este fondo de emergencia no tiene por qué ser dinero muerto bajo el colchón, ni mucho menos. Puedes buscar productos financieros flexibles y con liquidez, que te permitan obtener pequeñas rentabilidades mientras cumple su función de control de seguridad. Recuerda, este dinero no es para asumir riesgos, es el dinero que te sacará de un imprevisto sin tener que acudir a financiación.