Conoce el origen de estos 6 bulos sobre la vacuna de la Covid-19
Hace meses que están surgiendo una gran cantidad de bulos sobre la vacuna de la Covid-19, pero en las últimas semanas ha ido en aumento. De hecho, ahora que ya han sido varias aprobadas, podríamos pensar que son distintos bulos según la vacuna, pero lo cierto es que no. La mayoría de estas mentiras se atribuyen indistintamente a unas y otras.
Tan solo esto ya debería hacernos sospechar. Así que vamos a ver aquí los bulos más extendidos y explicarlos para que no te quede ninguna duda.
Hay tantos bulos sobre la vacuna covid que casi, casi, no sé ni por donde empezar. Me los he encontrado en Facebook, reenviados por whatsapp, en las conversaciones de las pequeñas tiendas de mi barrio… algunas ya olían a leguas a mentiras, otras podían generar más dudas.
Vamos a ver cuál de esos bulos te resulta a ti más surrealista, o al contrario, cuál te parece más plausible. Pues estos últimos son los más peligrosos, ya que se propagan más fácilmente. Yo ya he hecho mi selección, así que empiezo por los que más me impactaron.
Índice
- 1 Los mayores bulos sobre la vacuna de la Covid-19
Los mayores bulos sobre la vacuna de la Covid-19
En ocasiones los bulos surgen por errores de interpretación, incluso por titulares de medios sensacionalistas que inducen a la confusión. Entre ellos hay dos sobre la seguridad de las vacunas que me parece importantísimo aclarar.
La lista es muy amplia, y algunos bulos a mi entender absolutamente sorprendentes…. así que vamos a seguir arrinconando las mentiras. Porque sea cual sea tu decisión sobre la vacuna de la Covid, los bulos deben de quedar aclarados.
Al menos que nuestras decisiones se basen en datos reales.
1. Las vacunas con ARN modifican nuestro genoma
Pues va a ser que no… si fuera tan fácil la ingeniería genética estaría mucho más adelantada. El ARN que utilizan las vacunas de la COVID, denominado ARN mensajero, ni siquiera penetra en el núcleo celular, donde está nuestro genoma de ADN.
Por tanto en ningún momento está en contacto con nuestros genes, y es absolutamente imposible que los altere. En realidad, con quien entra en contacto es con algunos orgánulos celulares, que son la “maquinaria celular”, y que se encuentra en el citoplasma, una parte más externa de la célula.
Por otro lado hay que tener en cuenta que el ARN es una molécula muy inestable, que dura muy poco tiempo en nuestro organismo, y enseguida se degrada. Desde que entra a nuestras células, en apenas unas horas, habrá desaparecido por completo.
2. La vacunas llevan restos de fetos abortados
A veces viendo ciertos vídeos o leyendo algunas publicaciones con bulos sobre la vacuna de la Covid-19, pensaba si estaría habiendo una especie de concurso internacional oculto, cuyo objetivo fuese “quién dice el bulo más gordo”, y esto me pasó cuando me llegó el vídeo sobre este bulo de los fetos.
Lo primero que hay que decir es que es falso, que para nada la vacuna de la COVID, ni otras, llevan restos de fetos abortados, lo que sucede es que en la fabricación de cualquier vacuna pueden emplearse líneas celulares derivadas de tejidos, que hace décadas pudieron proceder en su origen de un feto o de un tumor.
¿Lleva o no lleva entonces restos de un feto abortado?
Categóricamente, la respuesta es no, pero creo que será útil explicarlo un poco más. El proceso de fabricación de las vacunas es complejo y además tienen que ser muy bien probadas, por eso es habitual que, antes de los estudios con animales, se empleen líneas celulares.
Las líneas celulares son células de un solo tipo, que han sido transformadas para que se puedan replicar de manera continua en un laboratorio e investigar con ellas.
Su empleo es fundamental en muchos procesos de investigación, de hecho yo las utilicé con frecuencia tratando de descubrir los efectos de algunos potenciales probióticos sobre el intestino.
¿Y por qué son tan importantes? Pues porque nos ayudan a conocer, aunque sea parcialmente, la actividad fisiológica y cambios que la sustancia que se investiga, puede producir en nuestras células. No vamos a empezar probando directamente en personas.
Es cierto que esas células transformadas, que se han replicado millones, y millones de veces durante décadas en los laboratorios, derivan de algún tejido ¿De cuál? Puede que te preguntes.
Pues algunas de las líneas celulares empleadas en la fabricación de la vacuna de la Covid-19, derivan de tejido pulmonar de dos fetos abortados (legalmente) en los años 60, de ahí el error, mientras que otras líneas celulares, como te decía antes, vienen de tejidos tumorales.
En cualquier caso lo que se emplea para la fabricación de las vacunas son nuevas células creadas en laboratorio, y no “células de fetos abortados” y además no están dentro de la vacuna, sino que son parte de las técnicas necesarias para la investigación.
Mucha gente leyendo estos bulos de la vacuna, se piensan que continuamente se están necesitando fetos para fabricarlas, y como ves nada que ver.
Si aún así te quedan dudas sobre esto, te dejo una artículo de la Asociación española de pediatría, donde te dan muchos detalles, como por ejemplo que la iglesia aprueba el uso de este tipo de líneas celulares y el uso de las vacunas que se han obtenido.
3. Las vacunas llevan microchips
Este bulo sobre la vacuna surgió tras unas declaraciones de Bill Gates en las que hablaba de introducir nuevas micropartículas en las vacunas del futuro, que no microchips.
En redes se ha corrido también el rumor de que esos supuestos microchips serían activados por la actual tecnología 5G, que se refiere a la 5ª generación de redes móviles, caracterizada porque nos permite una velocidad de conexión mucho mayor.
En cualquier caso, lo primero que tenemos que tener en cuenta, es que esa tecnología de micropartículas para vacunas aún no está desarrollada, por el momento es tan solo una idea.
Por tanto la vacuna de la Covid que se está produciendo no contiene micropartículas ni microchips, ninguna vacuna podríamos matizar.
4. La vacuna de la Covid produce SIDA
Este bulo tiene su origen en una investigación llevada a cabo para el desarrollo de una posible vacuna australiana, pero no prosperó. En ese estudio se utilizaba una parte de una proteína del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Por tanto no se inoculaba el virus entero, así que ninguna persona podía infectarse.
Lo que sí que sucedió es que algunos participantes desarrollaron anticuerpos para tratar de inactivar esa parte de la proteína del VIH. Esos anticuerpos se sabe que no son válidos para evitar la infección por VIH, y sin embargo podrían crear confusión en los procesos diagnóstico del SIDA.
Si te estás preguntando por qué se utilizó esa parte del VIH en el ensayo de esta vacuna de la Covid, te aclaro que fue para dar mayor estabilidad a la proteína del coronavirus que debía actuar como antígeno, es decir, que debía inducir la producción de anticuerpos activando así a nuestro sistema inmune.
5. La vacuna puede producir muertes y desmayos
Tras el desmayo en directo, grabado, de una enfermera que ofrecía una rueda de prensa poco después de ser vacunada, los rumores de dispararon. Incluso se llegó a afirmar que había fallecido.
Lo cierto es que esa enfermera aclaró muy poco después que padecía síncopes vasovagales, que dan lugar a desmayos. Los desencadenantes de los síncopes vasovagales no están muy claros, pero factores como el estrés pueden precipitarlos.
Otro ejemplo es el de medios que llegaron a publicar titulares tales como “La vacuna se cobra su primera víctima” Para aclarar varios párrafos más abajo, que se trataba de una persona que se encontraba dentro del grupo al que se administraba el placebo.
Teniendo esto en cuenta los verdaderos componentes de las vacuna no le habrían afectado en ninguna manera, por tanto las causas de su muerte nada tuvieron que ver con la vacuna de la Covid.
El cómo se permite que se haga este tipo de periodismo, que juega con nuestros miedos y puede evitar que las personas se vacunen, en una situación tan terrible como la actual, es algo que sinceramente, no soy capaz a explicar.
Por eso y tras semanas con más de 500 muertos diarios durante esta tercera ola, creo que no está de más recordar nuestro artículo sobre los daños que el coronavirus puede ocasionar en todo el organismo, algunos también en personas jóvenes.
6. La vacuna causa infertilidad
Este bulo sobre la vacuna surge por la publicación de un escrito de un antiguo trabajador de la farmaceútica Pfizer, y de un médico alemán. En él se decía que los anticuerpos que la vacuna de Pfizer hace que nuestras células de defensa fabriquen, pueden atacar a una proteína de la placenta, no solo al virus.
¿Y por qué atacaría a esa proteína placentaria? Según ellos porque se parece a una proteína del virus. Prosiguen además explicando que si esto fuera así, se pondría en riesgo el embarazo de las mujeres vacunadas, lo cuál obviamente sería muy grave.
Puede que estas dos personas realmente lo crean, pero en realidad los expertos de mayor prestigio, afirman que la similitud de esta proteína de la placenta no es suficiente como para que los anticuerpos la ataquen. Por tanto no la dañarían ni afectaría a la fertilidad.
¿Y a ti? ¿Te habían llegado estos bulos sobre la vacuna Covid? ¿Alguno te preocupaba especialmente? Espero que con este artículo hayamos arrojado un poco de luz y mucho rigor sobre este tema, y si quieres estar bien informado, no dejes de seguirnos.