¿Cómo empezar a cuidarse? Por qué es importante y primeros pasos
Empezar a cuidarse es básico para mejorar nuestra salud en el medio y largo plazo, pero a menudo no sabemos cómo hacerlo, ni siquiera por donde comenzar. En otras ocasiones es aún peor, porque algunas personas parecen no ser conscientes de la importancia de cuidarse a uno mismo, o al menos no le dan la importancia que merecen
¿Y tú? ¿Crees que estás en uno de esos dos grupos? ¿Has pensado “debería empezar a cuidarme”? Pues como de decía una de mis profesoras favoritas, lo primero es saber lo que no hay que hacer, así que para eso te dejo nuestro artículo titulado: Mitos de la nutrición: cómo no dañar tu salud
Por desgracia el arma más poderosa para cambiar los hábitos de una persona es el miedo. Nada como una enfermedad grave, que nos haga percibir nuestra vulnerabilidad, como para decidir dar un cambio importante en nuestras rutinas y comenzar a dedicarnos algo de tiempo, pero ¿Realmente es esto necesario para que tomemos conciencia?
Como prevenir es mucho mejor que curar, quiero dejaros en este artículo un montón de información que os motive. Porque si lo pensamos con un poquito de objetividad nos daremos cuenta de que no solamente cuidamos a nuestros seres queridos, también lo hacemos con nuestra mascota, nuestra casa, nuestro coche… ¿Somos acaso nosotros menos valiosos?
Sin la salud que aporta empezar a cuidarse, no podremos disfrutar plenamente ni de nuestros familiares, ni de nuestros amigos, ni desde luego tampoco de nada material. Por eso desde estas líneas vamos a daros un montón de motivos y consejos, para que empezar a cuidarte no sea un sacrificio, sino todo lo contrario, para que sea todo un placer ¿Te animas?
Índice
Beneficios de empezar a cuidarme
A menudo escucho frases del tipo “quiero empezar a cuidarme, pero es que no tengo tiempo”, y entonces no puedo evitar recordar una frase muy conocida que dice así: “Quien no tiene tiempo para cuidar su salud, algún día deberá tener tiempo para la enfermedad” ¿La conocías?
Su autor es Edward Stanley, primer ministro inglés en tres ocasiones durante el siglo XIX, pero que antes fue naturalista y un apasionado del deporte. Él defendía con frecuencia la importancia tanto de la actividad física como de una alimentación saludable, sabía cuáles eran sus prioridades.
Hoy, más de dos siglos después, debemos de seguir reivindicando lo mismo que este prestigioso político inglés, y es que su frase esta más de actualidad que nunca, pues la falta de tiempo sigue siendo el mayor inconveniente que se alega para no por empezar a cuidarse.
Sin embargo, te aseguro por experiencia que cuidarte no te llevará demasiado tiempo, y además cuando comienzas a hacerlo, notas tanto sus beneficios, que ya no quieres cambiar. Desde luego la velocidad a la que se aprecian los cambios no es el mismo para todas las personas, pero más antes o después notarás que:
- Aumenta tu energía
- Se incrementa tu ánimo
- Se reduce tu nerviosismo
- Disminuyen las ganas de picoteo
- Mejora tu descanso nocturno
- Mejora tu digestión
- Mayor regularidad intestinal
En muchos casos también pueden percibirse mejoras en la piel, el pelo, las uñas, la retención de líquidos… y todos estos cambios no harán más que motivarte para seguir afianzando un estilo de vida saludable.
¿Qué sucederá si no comienzas a cuidarte?
Si te dejas llevar por el ritmo de vida actual y olvidas la importancia de empezar a cuidarse a uno mismo, es muy fácil que tu salud se resienta. Todos los beneficios de los que hablábamos en el apartado anterior se esfumarán, y por tanto el cansancio, las molestias digestivas y el estrés harán mella en ti.
Por desgracia en todo occidente la salud es cada vez más precaria, y eso a pesar de que la esperanza de vida ha aumentado ¿Entonces que está sucediendo? Pues que la “esperanza de vida sana” está disminuyendo.
Esta expresión se utiliza para valorar el número de años a los que una persona no presenta ninguna enfermedad crónica: colesterol, colon irritable, hipotiroidismo, hipertensión, depresión cíclica, problemas articulares…
Sobre este tipo de patologías crónicas influyen mucho nuestros hábitos, y cada vez aparecen edades más tempranas, mermando considerablemente nuestra calidad de vida, e impidiendo que podamos disfrutar de cada día como se merece.
Las peores consecuencias: enfermedades graves
Nuestro estilo de vida no solo influye en el malestar diario que muchas personas perciben, o sobre las patologías crónicas. Muchas otras enfermedades, tan graves como los ictus, los infartos, las neurodegenerativas, e incluso algunos tipos de tumores, tiene relación con nuestros hábitos
Si comprendemos que durante el sueño nos regeneramos, y que las hormonas del estrés dañan a través de diferentes vías nuestros tejidos (oxidación, inflamación, alteraciones inmunes…) entonces tendremos mucho ganado.
Si a esto le sumamos el impacto de la alimentación, no sólo ya como materia prima con la que reparar nuestros tejidos, sino por su capacidad de modular el sistema inmune, entonces habremos dado un paso de gigante ¿Por qué? Puede que te preguntes.
Pues porque de cómo se encuentre nuestro sistema inmune depende en buena medida nuestra capacidad de regenerarnos, y esto es clave para la salud. Si quieres un ejemplo muy significativo, te dejo este artículo de la Universidad de Harvard, sobre cómo afecta la alimentación al riesgo de cáncer.
Espero no haberte preocupado con toda esta información, pero quizás ahora comprendas la importancia de empezar a cuidarse, además te cuento que nunca es tarde para ello, porque se sabe que muchos de los pequeños cambios que puedes hacer, impactarán en poco tiempo sobre tu salud.
Quiero empezar a cuidarme
Si por fin te has decidido te contaré que hay 5 apartados básicos para mejorar tu salud, todos ellos fundamentales para empezar a cuidarse. Aún así, te recomendaría comenzar siempre elegir uno para comenzar, preferiblemente el que te resulte más sencillo.
Debes de tener además en cuenta que para llevarlos a cabo es mucho mejor que te pongas pequeñas metas, pues así te será más sencillo lograr tu objetivo global. Como ejemplo si quisieras modificar tu alimentación, antes de cambiarla entera, decide cual es la comida en la que te resultará más sencillo introducir esos cambios que deseas.
Cuando lo logres, vete modificando paulatinamente otras comidas, y así conseguirás que se afiance tu cambio de hábitos.
Veamos ahora sí, cuáles son esos primeros pasos para cuidarte.
Descansa lo suficiente
Nuestros antepasados dormían una media de 8 horas y media, y menos de siete horas diarias se relacionan con más riesgo de depresión y desarrollo de tumores. Por no hablar del cansancio y mal humor que a menudo acompañan a la falta de sueño.
Por lo tanto, es importante que trates de adelantar tu hora de acostarte, pero no pretendas hacerlo bruscamente, por ejemplo, no intentes adelantar media hora de un día para otro. Como te decía con la alimentación, si lo haces poco a poco tendrás muchas más probabilidades de éxito.
Si tienes problemas para conciliar el sueño, estos trucos para dormir pueden ser de gran utilidad.
Elimina los hábitos tóxicos: tabaco y alcohol
El tabaco es altamente tóxico y genera una adicción muy difícil de dejar, provocando recaídas entre quienes intentan abandonar esa costumbre. Consumir habitualmente cualquier tipo de bebida alcohólica también conlleva más riesgos que beneficios. Es cierto que algunas como el vino tinto han mostrado algunas propiedades, sin embargo, incluso en cantidad moderadas, se sabe que incrementa el riesgo de todo tipo de cánceres digestivos, además de dañar nuestro hígado.
Por eso si aún eras de los que pensaban que una copita al día era incluso saludable, tengo que decirte que para nada es así. Por eso, aunque sea paulatinamente, es conveniente que vayas desterrando la costumbre de acompañar alguna de tus comidas con alcohol.
Empezar a cuidarse con la alimentación
Lo primero que debes de saber es que en cada una de tus comidas principales debería haber una ración de vegetales. Pues esa es la única manera de garantizar una cantidad suficiente de vitaminas y otros micronutrientes indispensables.
¿Indispensables? ¿Para qué? De nuevo para regenerar tus tejidos, mantener en forma a tu sistema inmune y proteger del daño oxidativo a tus vasos sanguíneos, neuronas, órganos digestivos… ¡Casi nada!
Para lograr este cambio, haz como te comentaba el inicio de este apartado, y elige primero en qué comida te resultará más fácil implementarlo.
💡 Existen multitud de opciones para combinar alimentos saludables. Estos menús pueden servirte para comenzar.
Es importante mantener esta buena alimentación a lo largo de todo el día, ya que muchas personas optan por eliminar una de las comidas, pero la acaban sustituyendo por un antojo ultraprocesado. Esto suele darse, sobre todo, por la noche, por lo que es importante elegir bien nuestras cenas, de la misma manera que lo hacemos con el desayuno y el almuerzo.
Gestiona tu estrés
Cada persona es un mundo, con unas obligaciones y unas preocupaciones concretas y, por tanto, existirán diferentes causas de estrés. Siendo que las prisas están a la orden del día, esto puede resultar difícil gestionar el estrés, sin embargo resulta básico para empezar a cuidarse. Por eso es muy importante que dediques, aunque sea un tiempo pequeño, a actividades que te resulten gratificantes: estar con los amigos, alguna afición, pasear…
Si crees que necesitas ir un paso más allá para poder controlar tu estrés, te dejo estas 7 técnicas de relajación muy sencillas, que seguro que te ayudarán.
Muévete más y haz ejercicio físico
El ejercicio es maravilloso, pero en una sociedad tan sedentaria como la actual merece la pena señalar que tan solo con reducir nuestro sedentarismo, nuestra salud ya mejorará.
¿A qué nivel? Pues desde luego no solo a nivel cardiovascular, que quizás sea lo más conocido. Moverte también mejorará tus digestiones, tus articulaciones e incluso prevendrás el envejecimiento de tu cerebro e incrementarás tu energía ¿Quién da más?
Para lograrlo no necesitas ir al gimnasio, ni hacer ningún deporte en particular. Puedes comenzar buscando huecos en tu agenda para pequeños paseos, o instaurando nuevos hábitos al entrar o salir del trabajo. Por ejemplo alargando tu ruta, y caminando 15 minutos al día, obtendrás ya beneficios significativos ¿No es tanto verdad?
Aunque mucha gente opta por salir a correr, existen muchas rutinas de ejercicios que te ayudarán a mejorar tu condición física de diferentes maneras. Además, existen multitud de aplicaciones móviles que te guiarán y ayudarán, sobre todo al comienzo.
Como ves tener una buena salud no es complicado, ni te llevará mucho tiempo, tan solo debes elegir cuando y por donde empezar. Verás que a partir de ahí todo son ventajas ¿Y tú? ¿Te animas a empezar a cuidarte?
💡 Sigue descubriendo cómo alcanzar tu bienestar a través de nuestro artículo sobre Prevención en salud ¿por qué es tan importante empezar a cuidarte?