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¿Ahorran los millenials?

Tres columnas de monedas apiladas

Llamamos millenials a la generación de personas nacidas entre 1981 y 1996. Estos jóvenes, hijos de los baby boomers, no están prestando toda la atención a su jubilación. Un estudio realizado en 2018 asegura que tan solo un 34% de los integrantes que conforman esta generación dedica una parte considerable de sus ahorros a su jubilación. Por ello es fundamental inculcar el hábito del ahorro a los millenialls y enseñarles a ahorrar.

Al contrario que sus padres y sus abuelos, el futuro de sus jubilaciones es incierto. Este mensaje no parece estar calando en ellos, probablemente debido a la cultura en la que han crecido y la educación que han recibido.

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Enseñar a ahorrar

El proceso de enseñar a ahorrar a nuestros hijos depende de variables que muchas veces no dependen solo de la educación. Pero como padres podemos hacer cosas para que nuestros hijos, en el futuro, tengan una jubilación tranquila y adecuada.

Desde luego eso empieza con algo tan fundamental como inculcar el hábito del ahorro. Para lograr este objetivo, lo primero es tener dicho hábito incorporado.

La sensación de la no necesidad de ahorro a largo plazo nace de la combinación de dos elementos. Por un lado, de los ingresos estables y más o menos continuados, por otro lado, del bienestar inmediato que supone el consumo.

La reflexión realmente es simple. La vida tiene altos y bajos a todos los niveles. Imagínate que en algún momento esos ingresos estables dejan de serlo, ya no tendrás acceso al consumo, o al menos de la misma manera. Esto es una suposición, sin embargo, en el caso de la jubilación es una certeza. Las pensiones de jubilación suponen una merma de ingresos en relación al periodo laboral. Dicho de otro modo, vas a dejar de ganar una cantidad de dinero cuando te jubiles. Si eso nos ocurre a nosotros, imagina a nuestros hijos con un futuro para las pensiones aún menos halagüeño.

Con la anterior reflexión puedes llegar a otra también muy simple: cuanto antes comience a ahorrar menos esfuerzo tendré que hacer para obtener la cantidad de dinero que necesito a largo plazo. Por tanto, si comenzamos a ahorrar en nombre de nuestros hijos y, cuando estos crezcan les traspasamos dicho ahorro con vocación de continuidad, estaremos haciendo realmente un buen trabajo para su futuro. ¿Por qué? Porque además de ahorrar podrán aprovechar en toda su extensión del interés compuesto.

El interés compuesto y el ahorro a largo plazo

El interés compuesto es el beneficio que obtienes en una inversión, que te permite a su vez ser reinvertido con el capital inicial para seguir generando intereses. Esto es lo que se conoce como efecto multiplicador. El beneficio de todo esto está en el hecho de ver cómo los intereses obtenidos se añaden al principal, aumentando la cifra inicial, y a su vez genera intereses. Es decir, hasta los propios intereses generan más dinero.

Pero esto lo podemos ver mejor con un ejemplo. Imagínate un rendimiento del 3% para una cantidad de 25 euros mensuales es decir 300 euros anuales, que iremos aportando año tras año. Veamos qué pasa transcurridos cinco años.

Primer año 300 x 1+0.03 309
Segundo año 609 x 1+0.03 627,27
Tercer año 927,27 x 1+0.03 955,08
Cuarto año 1255,08x 1+0.03 1292,73
Quinto año 1592,73 x 1+0.03 1640,51

Lo primero que podemos comprobar es que hemos aportado 1500 euros, pero hemos recibido 1640,51€. Es decir 140,51 euros de beneficio. Por tanto, sobre el total aportado hemos recibido un beneficio de más del 9%. Pero más aún, este porcentaje crecerá con los años. Mira la tabla de rentabilidad de los cinco primeros años.

Aportación Rentabilidad Porcentaje de rentabilidad
300 9 3%
600 27,27 4,54%
900 55,08 6,12%
1200 92,73 7,72%
1500 140,51 9,36%

No resulta muy difícil imaginar lo que ocurre si este escenario, que hemos colocado sólo a cinco años, se mantuviera por ejemplo durante 24 años, hasta la finalización de los estudios de nuestros hijos. Puedes perfectamente hacer el cálculo siguiendo las operaciones señaladas en el primer cuadro, y, te sorprenderás del momento en el que lo aportado se va a duplicar. Es bastante antes de lo que crees.

Tampoco resulta difícil imaginar si nuestros hijos continuarán el ahorro iniciado en su nombre. Simplemente con una aportación similar, es decir baja, a lo largo de toda su vida profesional, lograrían al final del ahorro una cantidad realmente importante. Pero, si con el paso del tiempo van incrementando sus aportaciones al ahorro, esta cantidad puede realmente llegar a ser muy elevada. ¿Millonarios? Tal vez no, pero, desde luego, en una situación económica desahogada y con recursos para mantener el nivel de vida en el momento de la jubilación.

Los millenials entienden el ahorro pero no lo ahorran lo suficiente

Si echamos un vistazo a los diferentes estudios realizados sobre el ahorro en los millenials puede que nos llevemos una sorpresa doble. Ellos entienden el valor del ahorro, pero tal vez no estén ahorrando lo necesario.

Todos los estudios realizados en los últimos dos o tres años sobre esta franja de edad arrojan resultados que pueden parecer sorprendentes, pero realmente no lo son tanto.

En primer lugar, todos estos jóvenes en general muestran mucha cautela y mucho miedo ante el riesgo en el ámbito financiero. Esto hace que visualicen las inversiones a largo plazo con precaución, y que, generalmente, se trate de un segmento de la población que, curiosamente, prefiere inversiones o ahorro seguro y de poco riesgo a otras opciones.

De hecho, lo verdaderamente curioso es que el porcentaje de quienes realmente toman conciencia de la necesidad de ahorro es muy elevado. Además, se acompaña de un porcentaje también elevado de quienes tienen ahorros en mayor o menor medida. Sin embargo, el número de jóvenes que destinan esos ahorros a inversión es realmente bajo.

Esto nos da un perfil inmediato diametralmente opuesto al que podríamos imaginar: los jóvenes tienen conciencia de la necesidad de ahorrar, ahorran, pero no quieren asumir riesgo alguno a largo plazo. Sin embargo, el tiempo es el mejor aliado de tu dinero cuando se trata de invertir.

Obviamente, una generación que ha crecido bajo los efectos de la crisis económica, manifiesta su aversión al riesgo y su miedo a los movimientos del mercado. Esto parece razonable. Sin embargo, el problema está en la concepción del ahorro a largo plazo o para qué sirve realmente era.

¿Ahorran lo suficiente?

Si hacemos caso a todas esas cifras, datos y estudios a los que hacíamos referencia, parece que, efectivamente, los millenials no están ahorrando lo suficiente para su futura jubilación.

Partimos de la base de un sistema de pensiones públicos que en un futuro no muy lejano no será capaz de soportar el modelo de caja actual, lo que nos llevará a que muchos menos cotizantes deben soportar las pensiones de muchos más pensionistas. Obviamente, para no perder poder adquisitivo en esa etapa de nuestra vida, la necesidad de ir forjando un capital a lo largo del tiempo se hace patente. Ese complemento a la pensión pública de jubilación será el que nos ayude a minimizar el impacto de la jubilación en nuestro bolsillo.

El problema está en que, como hemos dicho, la concepción del ahorro en los jóvenes es diferente y, sobre todo, muy conservadora.

La visión del ahorro se basa más, en el caso de los millenials, en la manera de lograr objetivos a corto y medio plazo. Es decir, se valora la importancia de aportar una parte de los ingresos para el ahorro, pero, con objetivos concretos que no van a largo plazo. Obviamente, esto tiene por un lado aspectos positivos desde el punto de vista de la toma de conciencia del ahorro, pero una despreocupación a largo plazo que no casa bien con el futuro de las pensiones de jubilación.

Por otro lado, los millenials como parte de una generación que ha sufrido una crisis económica brutal, no simpatizan con el riesgo en las apuestas de ahorro o en las inversiones.

seguro de salud

Si pensamos en el ahorro para la jubilación como en una carrera a largo plazo, entendemos que, en primer lugar, cuanto antes comencemos menos deberemos aportar sistemáticamente. No es lo mismo ahorrar para un objetivo de 100.000 euros durante 20 años que hacerlo durante 40 años. Del mismo modo, tampoco es lo mismo invertir a los 30 años que hacerlo a los 50 años.

También, dentro de esa misma lógica, la construcción de una carretera de ahorro debe asumir más riesgos al principio, es decir durante los primeros años de su formación, menos en los tramos medios, y eliminar el riesgo en el tramo final. Si tuviéramos que extrapolarlo a edades, diríamos que podemos asumir riesgos en nuestro ahorro entre los 20 años y los 40 años, debemos consolidar nuestro ahorro entre los 40 años y los 50 años, y no debemos exponer nuestro ahorro desde los 50 años hasta el momento de la jubilación.

Si no asumimos ese primer periodo de riesgo en busca de mayor rentabilidad, puede que también tengamos que aportar más dinero a nuestros productos, o bien la cartera de ahorro que formemos no sea la adecuada.

Indudablemente, la modificación del ahorro para la jubilación llega por el convencimiento de un futuro poco halagüeño para las pensiones públicas. Este convencimiento, que parece no haber calado aún en las generaciones más jóvenes, es sin duda el motor que modificará el destino del ahorro en los próximos años.

💡 Puedes continuar leyendo nuestro artículo sobre cómo ahorrar para la jubilación.

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Experto en Ahorro y Finanzas
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Soy un apasionado de las finanzas personales y los impuestos. Me decido desde hace más de 15 años a escribir sobre ahorro, dinero, inversión y fiscalidad en diferentes medios.
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