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Pasivos financieros: comprendiendo las obligaciones económicas

pasivo financiero

Uno de los errores más importantes en las economías familiares es que no se aplican métodos de control, tanto a la hora de realizar un presupuesto o establecer métodos de ahorro. Esto se aplica a la hora de controlar qué es lo que se tiene, sus activos financieros, y qué es lo que se debe, los pasivos financieros.

Y es que, el funcionamiento de una economía familiar es muy similar al de una empresa, en el que al igual que hay ingresos y gastos, también hay inversiones y financiación; es decir obligaciones de pago, que además de deberse devolver generan intereses.

Os explicamos esta estructura y cómo gestionarla para tener siempre su máximo control.

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¿Cuáles son los activos y pasivos financieros?

De forma sencilla podemos definir a activos financieros como los bienes que se tiene y pasivos financieros las obligaciones de pago. Esta definición genera diferencias importantes entre ambos que hay que explicar.

Activos financieros

Como activo, por tanto, entendemos todo bien con valor económico, que es susceptible de vender o ceder a cambio de un ingreso económico.

Ente estos están inmuebles, mobiliario, objetos de colección y los que suelen tener una gran relevancia, los activos financieros. Aunque existe una enorme variedad, como su propio nombre indica, engloba a todos aquellos que están en productos financieros. De mayor a menor liquidez, son de forma resumida:

  • Dinero en efectivo, en cuentas corrientes y a la vista.
  • Depósitos a plazo fijo, imposiciones que se hacen con un vencimiento determinado a cambio de un interés y que generalmente pueden retirarse cuando se necesiten. La penalización no puede ser superior a los intereses generados.
  • Seguros de ahorro, en sus diferentes tipologías. Son productos que generalmente permiten constituir un capital a través de aportaciones.
  • Inversiones en renta fija, como Deuda del Estado (letras, bonos), otras administraciones públicas o de empresas. La inversión puede ser directa o por fondos de inversión.
  • Inversiones en renta variable (acciones), también directamente o a través de fondos de inversión. Pueden incluirse productos más complejos como los derivados.
  • Planes de pensiones, que invierten en renta fija o variable pero que son menos líquidos, solo se cobra cuando se alcance la jubilación o en circunstancias especiales.
  • Rentas financieras, incluidas las rentas vitalicias.

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Pasivos financieros

En el lado contrario están los pasivos financieros, que son todas las obligaciones y compromisos de pago. Su variedad es también amplia, y la podemos resumir:

  • Deudas con tarjetas de crédito u otros productos análogos. Es dinero que se pone a disposición para realizar compras o disponer dinero en efectivo pero que se pagan generalmente a corto plazo, si no se financian.
  • Préstamos y créditos personales o al consumo. Financian productos o servicios a corto o medio plazo, pero no suelen ir mucho más de los 8-10 años.
  • Préstamos con garantía hipotecaria. Es lo que conocemos tradicionalmente como hipoteca, su característica principal está no solo en su duración más larga o destino, generalmente comprar una vivienda, sino en que la primera garantía es la propia vivienda.

¿Cómo se clasifican los pasivos financieros?

Ya hemos introducido diferentes tipos de pasivos financieros, en su variedad es importante clasificarlos para su gestión.

Por su tipo

Los productos en los que se instrumentaliza determinan dos grandes grupos:

  • Préstamos: vienen derivados de un contrato por el que una empresa o particular, prestamista, entrega una cantidad de dinero estipulada a un prestatario a su firma. A cambio se devuelve generalmente en cuotas periódicas en las que se incluyen un pago en intereses.
  • Créditos: a diferencia del préstamo, lo que hace el prestamista es poner a disposición una cantidad de dinero hasta a un límite, en el que el prestatario puede ir disponiendo según lo necesite y amortizando a través de pagos.

Por sus garantías

Las garantías, o compromisos de devolución, tanto presentes como futuros, distinguimos esencialmente dos productos:

  • Personal: no distingue entre los bienes o ingresos que tenga quien tenga la deuda; es decir, si no se devuelve este pasivo financiero se podrán dirigir contra todo su patrimonio actual como el que tenga en el futuro.
  • Hipotecaria: en este caso la primera garantía es un bien, el que se hipoteca, generalmente un inmueble. Esto no significa que los compromisos se acaben en este bien hipotecado, si su valor es insuficiente para el pago de la deuda, igualmente podrán irse también contra todos los bienes presentes y futuros.

¿Cuáles son los 3 tipos de pasivos?

Existe otra categoría, que es la que en la que divide los pasivos en tres tipos: el plazo definido por cuánto tiempo queda para su devolución y por tanto por finalizar su compromiso de pago. Así podemos distinguir

Su importancia es mayor de la que creemos, porque hay que relacionar este vencimiento con la capacidad de pago que se tenga, y por tanto con los activos financieros.

Pasivo financiero corriente: minicréditos y tarjetas

Es el que tiene que devolverse en un plazo prácticamente inmediato, en menos de un mes generalmente. Para los ciudadanos, el pasivo financiero corriente por excelencia son las deudas en tarjetas, pero se han añadido en los últimos años otros productos, de mayor riesgo como son los microcréditos.

Son los que hay que tener un control más cercano, ya que hay que analizar si hay activos financieros suficientes para pagar y que estos sean líquidos: generalmente dinero en efectivo en cuenta bancaria.

En algunos casos existe la posibilidad de refinanciar, trasladar su vencimiento a un plazo superior pero generando más coste.

Pasivo financiero a corto plazo: préstamos personales

Son aquellos que tienen que devolverse en poco tiempo. Si en el mundo de la empresa generalmente se clasifican los que deben pagarse en su totalidad en 12 o 18 meses, para los consumidores podemos ampliarlo a deudas de entre 3 y 5 años.

En este caso no solo debemos fijarnos en el dinero en efectivo, se debe tener en cuenta:

  • Que existan ingresos recurrentes: generalmente salarios pero también ingresos del trabajador autónomo o incluso otros que no provienen del trabajo, como rentas por alquiler.
  • La existencia de activos financieros que pueden liquidarse para hacer frente al pago. Esencialmente que permitan retirarse sin riesgo de tener pérdidas de capital como depósitos o seguros de ahorro.

Pasivo financiero a largo plazo: hipotecas

Su devolución se dilata en el tiempo. Es cierto que al igual que el anterior los ingresos recurrentes son imprescindibles para poder hacer frente a sus cuotas, pero también se tienen en cuenta otros puntos, dado que están sujetos a variabilidad:

  • Que los ingresos sean estables: se valora especialmente trabajo fijo, antigüedad e incluso seguridad como ocurre con los funcionarios.
  • Existencia de garantías, no solo la “hipoteca” del bien, también la posible necesidad de avales.
  • Patrimonio, si se tienen otros activos, incluidos en este caso inversiones a largo plazo en acciones o fondos de inversión.

No tener pasivos financieros puede parecer mejor, ya que no hay compromisos de pago ni costes en intereses. Pero incluso económicamente no siempre es así. Si existe un control de su cuantía, de su coste y especialmente de su capacidad de pago, permite acceder a productos y servicios antes, e incluso disminuir su coste, como cuando sustituimos una compra por un alquiler. Por todo ello su conocimiento, análisis y gestión es fundamental.

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Redactor Salud y Consumo

Licenciado en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en comunicación por la Universidad Complutense, lleva desde el año 2002 escribiendo sobre temas de consumo, salud y divulgación en general, tanto en revistas escritas como Dinero y Salud, asociaciones y diversas páginas web. Además de ser colaborador en medios escritos (Expansión, Cinco Días, idealista.com, El País, Libertad Digital, El Confidencial,…) Radio (COPE, Onda Cero, Cadena Ser, Onda Madrid…) y Televisión (Telecinco, Antena 3, Telemadrid…).

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