Así funciona la bola de nieve frugal
Existen muchos métodos para gobernar, pero, algunos, no tan conocidos, pueden resultar verdaderamente interesantes. Es el caso de la bola de nieve frugal.
Alrededor del ahorro en la economía doméstica existen un montón de mitos y afirmaciones falsas. Por ejemplo, la opción de comer saludable y ahorrar dinero a la vez es perfectamente posible, cuando, existe una imagen que relaciona una alimentación saludable con mayor gasto en comida. Como este podríamos encontrar muchos otros ejemplos.
Algo similar ocurre en relación a la capacidad de ahorro, al dinero que realmente podemos llegar a ahorrar. Y es que, muchas veces, quizá no estemos realizando el enfoque adecuado. La bola de nieve frugal puede ayudarnos a dar otro enfoque a nuestro.
¿Qué es una Bola de Nieve Frugal?
Realmente no es nada excesivamente novedoso en cuanto al concepto, pero si lo puede ser cuando aplicación. Se trata de detectar nuestras posibilidades de mejora en cuanto a los gastos, y, aprovechándolas, y aumentar nuestra capacidad de ahorro.
Realmente lo que aquí se refleja es que los pequeños gastos, esos que denominamos gastos hormiga, si somos capaces de dominarlos en el tiempo, se van a transformar en algo muy valioso en relación a nuestro bolsillo.
Pongamos un ejemplo de bola de nieve frugal. Supongamos que nuestra capacidad de ahorro semanal, después de cubrir todos los gastos, es tan sólo de 10 €. Si quisiéramos poner en marcha una bola de nieve frugal buscaríamos en primer lugar un gasto que, mejorado, no supusiera un ahorro
Por ejemplo. Utilizamos esos 10 € para, en lugar de realizar una compra diaria, hacer una compra mayor de un producto o servicio. Este tipo de compras siempre supone un ahorro respecto al gasto diario. Supongamos que está compra al por mayor nos supone un ahorro de 0,35 € respecto al gasto habitual. Pues bien, con este gesto la siguiente semana nuestra capacidad de ahorro ha aumentado a 10,35 €. Esta cifra es orientativa, puedes aplicarlo realmente a cualquier cifra y a cualquier gasto. Por ejemplo, en lugar de comprar un paquete de un producto, compras ese producto a través de las ofertas que, por mayor volumen ofrecen descuentos.
A partir de esto se trata, como su propio nombre indica, de ir mejorando el gasto en otras áreas, de la misma manera. Por ejemplo, en lugar de adquirir un billete de autobús, tal vez podamos adquirir un bono que nos suponga un ahorro, que también sumará. Construir de esta manera va aumentando cada vez la capacidad de ahorro, y también la capacidad de asumir gastos. Por ejemplo, no fraccionar recibos porque podemos pagarlos de golpe y ahorrar una buena cantidad de dinero.
El equilibrio perfecto sería llegar a ser capaz, controlando los gastos pequeños, de asumir los gastos más grandes, hasta llegar a un equilibrio en el que hemos aplicado políticas de frugalidad a nuestra vida de manera casi inconsciente.
Inconvenientes
No se trata de una idea aplicable a todo el mundo. Es cierto que puede ser una herramienta poderosa para el ahorro, pero, hay que tener en cuenta algunas variables importantes.
En primer lugar esta teoría da por sentado que no se ha trabajado anteriormente en el aspecto de los gastos. Alguien que ya aplique algún tipo de medida de frugalidad sobre su economía, tal vez no encuentre aquí una herramienta realmente útil.
Por otro lado, se trata de una herramienta que se debe poner en marcha cuando existe un control elevado de los gastos. Es decir, cuando sabes realmente donde se va tu dinero. Si no, lo único que ocurrirá es que resuelvas pequeños problemas puntuales, pero, sin el control de gastos, la mejora se perderá rápidamente en otros gastos.
Por último, no se trata de un método que permite ahorrar de la noche a la mañana. Se comienza de manera humilde, y, se trata de una proyección en el tiempo hasta que realmente se pueda lograr objetivos. Piensa que, un ahorro total bajo inicialmente, se puede gastar en cualquier compra incidental, con lo cual se pierde el terreno añadido. Esto va unido lógicamente a lo anterior, es decir al control del gasto. Recuerda que, para que la bola de nieve frugal funcione, se debe tener como objetivo construir inversiones cada vez más grandes en las rutinas básicas de tu vida, para que de este modo, los gastos disminuyan y el dinero sobrante repercuta en tu ahorro.