Requisitos para alquilar un piso
Enlace copiadoSegún datos de la Agencia Tributaria en España si sitúan alrededor de los 2,5 millones, a las que unir otras 300.000 que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) se dedican al alquiler turístico. Si estos datos son de oferta son llamativos, más son los de demanda. Según algunos estudios la demanda en algunos lugares quintuplica la oferta. Y modalidades como el alquiler con opción a compra son escasas. Esto se traslada no solo en unos precios que no paran de subir, también en la dificultad de acceso y la importancia de cumplir con todos los requisitos para alquiler un piso.
Estos son muy variados, y van desde los más formales a los económicos, especialmente relevantes ya que sirven de garantías para el arrendador.
Por todo ello es tan importante conocer todos los puntos que rodean los requisitos para alquiler un piso, sus características y cómo cumplirlos para conseguir alquilar una vivienda.
Índice
Documentación imprescindible para alquilar un piso
Entre los requisitos para alquiler un piso está tener al día documentación muy variada. Ésta es fundamental para formalizar el contrato de alquiler y asegurar que ambas partes cumplen con sus obligaciones legales.
Podemos dividir la documentación en varios grupos:
- Identidad de las partes: arrendador y arrendatario deben presentar un documento de identidad válido, ya sea DNI, NIE o pasaporte.
- Historial económico del arrendatario: a través de diferentes documentos el arrendador busca verificar que el arrendatario podrá hacer frente a los pagos. Por todo ello es importante aportar: contrato de trabajo vigente o justificación de ingresos si se es autónomo, últimas nóminas o declaración de la renta para ver la cuantía de esos ingresos o informe de vida laboral en el que se refleje el historial laboral del arrendador o arrendatarios. En ocasiones el propietario puede solicitar un informe de solvencia en el que se muestre el historial crediticio del inquilino para asegurarse su fiabilidad económica.
- Garantías económicas complementarias: las analizaremos con detalle más adelante. Éstas son la fianza, que se deposita como garantía para cubrir posibles daños en el piso o impagos del alquiler y posibles avales, materiales o personales, con los que cubrir posibles impagos.
- Requisitos formales: en este caso está el contrato del alquiler, en el que además se debe reflejar si el inquilino asume el coste de los gastos de comunidad o del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el certificado de eficiencia energética, obligatorio para cualquier operación de venta o alquiler, en el que se indica el consumo energético del piso. De forma opcional se puede incluir un seguro de hogar, que ayuda a la hora de solventar posibles problemas en la vivienda o con terceros.
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El papel de la fianza para alquilar un piso
Dentro de las garantías económicas, la fianza es uno de los requisitos para alquiler un piso esenciales y obligatorios.
Por definición, es una cantidad de dinero que el inquilino debe entregar al propietario al firmar un contrato de alquiler que según el artículo 36.1 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) equivale a una mensualidad.
Si se añaden otras mensualidades por contrato, estas no pueden denominarse fianza, sino reflejarse como garantías adicionales.
La fianza en el alquiler cumple varias funciones:
- Cumplimiento de las obligaciones contractuales: entre las que está el pago a tiempo del alquiler y el cuidado del inmueble.
- Deudas: no solo de impago del alquiler, sino de otras obligaciones económicas como pueden ser no abonar las facturas de suministros o los gastos de la comunidad de propietarios.
- Posibles daños a la propiedad: reparaciones que van más allá del desgaste normal del inmueble.
El depósito de la fianza puede ser muy variado. En ocasiones se entrega al propietario, pero en otras se deposita en un organismo oficial, como la administración autonómica o cámaras de vivienda. Este depósito debe realizarse en un plazo determinado tras la firma del contrato y se mantiene hasta la finalización del contrato.
Con respecto a la devolución, esta se produce a la finalización del contrato, siempre que haya cumplido con todas las obligaciones contractuales. El propietario dispone de un mes para devolver la fianza. En ese plazo podrá descontar los importes necesarios para cubrir posibles daños o deudas pendientes, siempre justificando los motivos al inquilino.
Avales y porqué son importantes
Un segundo componente de garantía a la hora de alquilar una vivienda lo conforman los avales.
Un aval no deja de ser un compromiso o garantía que una persona (el avalista) asume para respaldar las obligaciones de otra persona (el avalado o deudor) frente a un tercero (el beneficiario), en este caso el propietario de la vivienda.
Existen distintos tipos de avales, como el bancario, en el que un banco se compromete a pagar una deuda o cumplir con una obligación si el cliente (avalado) no puede hacerlo, pero en los contratos de alquiler el más común es el personal o solidario.
En el aval personal, una persona física o jurídica (empresa) se compromete a responder por las obligaciones del avalado. Este suele ser solidario, es decir, en el avalista y el avalado son igualmente responsables, lo que significa que el acreedor puede exigir el cumplimiento directamente al avalista sin necesidad de agotar primero los recursos de reclamación contra el avalado.
Por todo ello el aval supone una clara garantía para el propietario. Pero en el lado contrario, el avalista asume un riesgo importante, ya que podría tener que pagar posibles deudas del alquiler y cumplir con las obligaciones si el avalado no lo hace.
Gastos que abonar antes de empezar a vivir en el piso de alquiler
Los puntos anteriores reflejan cómo entre los requisitos para alquilar un piso existen una serie de gastos que hay que abonar antes de empezar a vivir como es la fianza obligatoria de una mensualidad y garantías adicionales (más mensualidades) si así se reflejan en el contrato.
También es normal pagar el primer mes de alquiler por adelantado al firmar el contrato.
A estos desembolsos iniciales se pueden unir otros como:
- Honorarios de la Agencia Inmobiliaria: si ésta ha intermediado en el contrato del alquiler entre propietario e inquilino.
- Posibles gastos de formalización del contrato: si han elaborado el contrato un tercero, aunque si lo ha hecho una agencia esta suele incluirlos en sus honorarios.
- Altas de suministros: como gas, luz o Internet. Si existe ya un contrato, el cambio de titularidad no suele conllevar coste o es inferior.
- Contratación del seguro de hogar: puede ser obligatorio siempre que lo establezca en el contrato, pero también puede hacerse opcionalmente para limitar responsabilidades.
En definitiva, a la hora de evaluar que se necesita para alquilar un piso es importante tener en cuenta que más allá de lo formal, existen importantes requisitos económicos, ya sean pagos directos o garantías indirectas. Esta importancia económica debe evaluarse antes de formalizar el contrato, buscando no solo los desembolsos menores, también avales y otras garantías equitativas.
