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Cómo ahorrar en el consumo de gas este invierno

ahorrar en gas

El consumo gas es la segunda fuente energética, solo tras la electricidad, que más se gasta en nuestro país. Según los datos de la estadística de Consumos del Sector Residencial en España que elabora el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) el gasto medio anual por hogar es de 990 euros. Por eso, ya sea por razones económicas pero también de compromiso medioambiental, ahorrar en gas es muy relevante.

Aunque el estudio señala que existe una gran influencia en la climatología y en la tipología de la vivienda para determinar tanto el consumo como la capacidad de ahorro, lo cierto es que agua caliente y especialmente calefacción son las dos partidas principales de gasto y por tanto, donde hay que poner el foco a la hora de determinar las medidas de como ahorrar en el gas.

Os damos algunas claves para conseguir consumir menos y, especialmente, hacerlo manteniendo los niveles de confort que buscamos en nuestro hogar.

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¿Qué puedes hacer para ahorrar en la factura del gas?

En España existen dos tipos de tarifas del gas: una regulada, de precio fijo o Tarifa de Último Recurso (TUR), cuyo precio se revisa trimestralmente por el Gobierno, y por otro lado tarifas libres, en el que las empresas comercializadoras son las que fijan los precios. Por todo ello, revisar qué precio pagamos es el primer paso, especialmente si tenemos algún tipo de descuento que haya quedado obsoleto o haya mejores ofertas. Incluso hay momentos en el que la TUR es generalmente más económica que la libre o viceversa.

Puedes ampliar esta información en nuestro artículo sobre La nueva factura de la luz en España: horarios y tarifas

El siguiente paso está en revisar nuestros propios hábitos y la estructura del hogar para ver, especialmente en el invierno, cómo disminuir ese gasto. Vamos a verlo.

Correcto aislamiento del hogar

Hay que prestar especial atención aquellas áreas de la casa más propensas a perder frío en verano y para ahorrar gas, calor en invierno, como son puertas y más aún ventanas. Dependiendo de tu orientación y lugar en el que esté el hogar se puede alcanzar hasta un 20% de pérdida de energía, por lo que desde el cambio de ventanas a unas más eficientes a otros que suponen una menor inversión, como unas cortinas gruesas ayudan a reducir el consumo y ahorrar en la factura.

Tener un termostato

Permite el control de la temperatura, más eficiente si los tenemos en las habitaciones principales de nuestro hogar. El objetivo es determinar la temperatura confort y hacerlo en los momentos en los que realmente lo necesitamos, eliminando el consumo fantasma.

Usar la ropa adecuada a cada época del año

Estar cómodos en casa no significa estar en manga corta todo el año, hay que estar siempre a gusto, pero con la ropa adecuada a cada estación del año. Así, por ejemplo, en invierno podemos estar cómodos con jerséis ligeros, pijamas de invierno o batas.

Dúchate en lugar de bañarte

Ducharse en lugar de bañarse no solo proporciona un importante ahorro en agua, también nos es de las más relevantes como ahorrar en gas. No solo hay que pensar en la enorme diferencia a la hora de calentar el agua, unos 200 litros en el caso del baño por unos 50 litros por la ducha, sino que también al tener una estancia mucho más larga, hay que mantener temperaturas más altas durante más tiempo.

¿En qué se gasta más gas en casa?

Hemos esbozado formas de eficiencia energética que desembocan en ahorrar en gas, pero antes de llegar a conocer las maneras en cómo aplicarlas, hay que tener en cuenta cómo se gasta hogar en casa.

Para ello nos vamos a basar en uno de los estudios más completos, SPAHOUSEC II, Análisis estadístico del consumo de gas natural en las viviendas principales con calefacción individual que realizó el IDAE entre 2016 y 2018, y que son los últimos datos actualizados (ya que en estos momentos, desde 2021, se está realizado SPAHOUSEC III.)

En esos años se determinó la siguiente distribución de gasto:

No debemos olvidar que son términos medios, y que el tipo de hogar y ubicación son factores que hacen cambiar de forma importante. Por ejemplo, una casa en la costa sur de España verá reducida de forma importante el consumo en calefacción mientras que otra en montaña o en el interior de la mitad norte peninsular lo verá subir. A esto hay que unir el tamaño. De nuevo, según datos del IDAE:

  • En zona continental un piso consume de media 817 metros cúbicos de gas, y una vivienda una familiar 1.283 metros cúbicos, un 57% más.
  • En el área atlántica el consumo en un piso se reduce a 520 metros cúbicos y sube un 169% hasta los 1.403 metros cúbicos en vivienda unifamiliar.

La importancia de una caldera eficiente

Pero a pesar de esta disparidad los datos nos dejan una idea clara, aunque la calefacción se use solo durante unos meses determinados, otoño e invierno, su incidencia es mayor que un uso que se realiza todo el año como el agua caliente. Igualmente el número de cocinas de gas es cada vez menor y por ello también su impacto.

Por ello es la caldera, que regula el agua caliente para calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) otro elemento central en cómo ahorrar en el gas. Las calderas de condensación son las más eficientes. Son sistemas de alto rendimiento para la producción de calefacción y agua caliente sanitaria porque:

  • Aprovechan el calor latente de la condensación de los vapores de agua contenidos en los gases de la combustión, para calentar el agua que circula por la caldera.
  • Reducen las emisiones de gases por su reaprovechamiento para la producción de calor.

Consejos para ahorrar gas en tu hogar

Conocidos los hábitos de consumo y los elementos básicos para construir un sistema más eficiente para ahorrar en gas, ahora hay que ponerlos en práctica a través de unos importantes consejos.

Usar la temperatura adecuada

Aunque dependa del hogar, cada grado de más supone una media entre el 6%-8% de aumento del gasto en calefacción. Por todo ello, mantener el hogar entre 20º o 21º suele proporcionar un nivel de confort adecuado, combinándolo con ropa cómoda pero también caliente.

Para conseguirlo podemos aplicar las ventajas de nuestro termostato inteligente, no solo a la hora de determinar la temperatura también la hora en la que se enciende, ya que calentar una casa vacía es uno de los gastos más ineficientes en calefacción.

Ajustar la temperatura de la caldera

La necesidad de energía para calentar el agua depende también de la temperatura ambiente del agua y del momento del año. Por ejemplo, en verano el agua está menos fría y también nosotros necesitamos que esté menos caliente, por todo ello podemos reducir la temperatura de la caldera para la producción de ACS. En invierno es precisamente la tendencia contraria, aumentarla ligeramente.

Revisar y mantener la instalación

Una de las principales fuentes de ineficiencia está en no tener la propia instalación en condiciones adecuadas. Por todo ello es importante revisar la caldera todos los años pero también los radiadores:

  • Revisar la presión de la caldera para que sea la adecuada.
  • Comprobar que no haya fugas de agua.
  • Eliminar bolsas de aire.
  • Comprobar las posibles pérdidas en juntas y cambiar periódicamente los tapones si hay pequeñas pérdidas.

Todo ello da como resultado ahorrar en gas, ya que una ineficiente instalación conlleva una multiplicación del gasto.

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Uso de agua caliente solo cuando sea adecuado

Al igual que hay un “consumo fantasma” en electricidad existe algo parecido en el gas, cuando sin tener necesidad abrimos el grifo del agua caliente porque el mando esté en esa posición, por ello, siempre hay que dejarlo en posición fría.

Igualmente hay que saber cuándo usar el agua caliente. Aunque esta sea importante para la desinfección, no lo es por ejemplo para enjuagar los platos si posteriormente van al lavavajillas, por ejemplo.

Una ventilación correcta

Aunque ventilar y renovar el aire de nuestro hogar sea imprescindible, hay que hacerlo de forma inteligente, adecuándolo a cada estación del año. En momentos muy fríos, por ejemplo, no hay que hacerlo a primera hora, sino cuando hayan subido algo las temperaturas y no es necesario prolongarlo mucho en el tiempo. Así, la pérdida de temperatura del hogar es menor y también el esfuerzo en calefacción.

Por todo ello, ahorrar en gas depende tanto del esfuerzo por una instalación eficiente como de hábitos y un correcto uso y mantenimiento. La combinación de ambos, como hemos mostrado este post, es por ello la clave en la eficiencia energética en el hogar.

Redactor Salud y Consumo

Licenciado en ADE por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en comunicación por la Universidad Complutense, lleva desde el año 2002 escribiendo sobre temas de consumo, salud y divulgación en general, tanto en revistas escritas como Dinero y Salud, asociaciones y diversas páginas web. Además de ser colaborador en medios escritos (Expansión, Cinco Días, idealista.com, El País, Libertad Digital, El Confidencial,…) Radio (COPE, Onda Cero, Cadena Ser, Onda Madrid…) y Televisión (Telecinco, Antena 3, Telemadrid…).

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