Alimentos transgénicos: ¿Qué son? Pros y contras
Los alimentos transgénicos son sometidos en la Unión Europea a una restrictiva legislación, lo que incomoda sobremanera a la industria y a algunos partidarios del aumento de uso de la biotecnología alimentaria.
Sin embargo, las dudas sobre la inocuidad de los alimentos transgénicos, especialmente sobre si pueden incrementar el riesgo de provocar alergias, frente al alimento convencional, siguen planeando sobre ellos.
Si te interesa este tema te dejo nuestro artículo sobre las alergias alimentarias: causas, síntomas y tratamiento, para que puedas profundizar.
Nosotros hoy, lo que haremos será contarte la información más veraz, rigurosa y actual sobre los alimentos transgénicos. Sin alarmismos pero con la prudencia que el tema merece.
Índice
¿Qué son los alimentos transgénicos?
Los alimentos transgénicos son aquellos que presentan en su composición a un organismo con algún gen distinto al cultivo tradicional, o a partes del mismo. Por lo tanto, contienen a un organismo modificado genéticamente, conocidos por sus siglas como OMG. Estos se originan tras haber sido sometidos a técnicas de edición genética mediante biotecnología.
Esta es la definición más aceptada, pero hay matices ¿Y a qué se debe esto? Pues porque en realidad, no en todos los países se consideran a todos los alimentos sometidos a modificaciones genéticas como transgénicos. Por ejemplo, algunas técnicas que implican inactivar la función de genes propios de las plantas, en la Unión Europea se consideran que ya convierten al alimento en transgénico. Sin embargo, en Estados Unidos no es así.
Para que un alimento se considere transgénico en Estados Unidos debe haber sido modificado de tal forma que incorpore en su ADN un gen procedente de otro organismo, lo que sin duda supone un salto cualitativo en cuanto al nivel de modificación al que es sometido.
Existen multitud de técnicas distintas de edición genética y lo que se pretende con ellas, en el área de la agricultura, es mejorar los cultivos, bien sea para que sean más productivos, resistentes, o incluso sabrosos.
Ejemplos de alimentos transgénicos
En Europa apenas existen alimentos transgénicos que se comercialicen para el consumo humano. Esto se debe a que la legislación para garantizar la seguridad al consumidor es muy estricta, y los productores a menudo no consideran que les merezca la pena pasar por un proceso tan complejo.
Al fin y al cabo eso implica llevar a cabo una serie de estudios que resultan muy costosos. Por otro lado, al incluir un alimento transgénico en cualquier producto, este debe de ser indicado en el etiquetado, y debido a que la opinión pública europea se muestra mayoritariamente contraria a los alimentos transgénicos, la industria alimentaria ha preferido evitarlos.
En Europa en realidad, los alimentos transgénicos se destinan en su gran mayoría a crear piensos para el ganado. Alimentos como la soja o el maíz transgénico sí que están extendidos en el sector.
En los países de América y Asia, por el contrario, sí existen algunos alimentos transgénicos cuyo uso está bastante extendido. Entre ellos destacan algunas variedades de:
- Soja
- Maíz
- Tomate
- Patata
- Papaya
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¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los alimentos transgénicos?
Como casi todo, los alimentos transgénicos tienen una cara A y otra B, y según a lo que cada uno le de más valor nos pueden parecer una alternativa viable o un riesgo innecesario. Esto queda además patente por la disparidad de legislaciones que hay sobre ellos y los OMG en las distintas partes del mundo.
Ventajas de los transgénicos
A continuación enumeramos las ventajas que tienen los alimentos transgénicos:
- Hacer cultivos más resistentes a plagas y condiciones climáticas adversas, además de reducir la necesidad de emplear pesticidas y otros químicos sobre las plantas.
- Ayudan a incrementar la disponibilidad de alimentos en países en vías de desarrollo.
- Mejorar la calidad nutricional de los alimentos. Por ejemplo, favoreciendo que se generen más cantidad de vitaminas, o incluso incluyendo la producción de otras nuevas.
- Al aumentar la rentabilidad de los cultivos se mejora la calidad de vida de los agricultores, que a menudo están muy expuestos a la inestabilidad de los factores climáticos.
Desventajas de los transgénicos
Del mismo modo, debemos tener en cuenta las desventajas que están detrás de los alimentos transgénicos:
- Existen dudas sobre su seguridad alimentaria por la escasez de estudios que se han realizado con ellos. Aunque la mayoría de los que hay parecen indicar que no presentan mayores riesgos, se deberían hacer estudios más amplios.
- El introducir especies modificadas genéticamente puede producir alteraciones en los ecosistemas que tengan consecuencias muy difíciles de predecir, pues algunas podrían convertirse en especies invasoras.
- Se teme que el cruce de genes pueda provocar mutaciones en los microorganismos para protegerse, dando lugar a variantes más peligrosas.
- La mayoría de los cultivos para alimentos transgénicos no producen semillas propias y además están patentados. Esto hace que los agricultores queden totalmente a expensas de las industrias suministradoras, que en general constituyen un poderos oligopolio que puede manipular a sus antojo los precios y cantidad de producción.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud, considera el dominio de las empresas distribuidoras el principal riesgo probado de los cultivos transgénicos. Te dejo su informe sobre los alimentos modificados genéticamente para que puedas profundizar en este y otros aspectos.
¿Qué alimentos transgénicos se cultivan en España?
En España, y en toda la Unión Europea, el cultivo de alimentos transgénicos está bastante restringido como medida de precaución para evitar posibles alteraciones medioambientales.
Las autoridades españolas supervisan y controlan rigurosamente estos cultivos para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente. Se realizan evaluaciones de riesgos antes de aprobar la siembra de cultivos transgénicos y se aplican protocolos para prevenir la contaminación de variedades no modificadas genéticamente. Respecto a esto también nos referimos en nuestro artículo del blog enfermedades de transmisión alimentaria.
Aún así, nuestro país es con diferencia el que cuenta con mayor superficie cultivada de plantas transgénicas en toda la Unión Europea, seguida ya de lejos por Portugal. Si bien es cierto que, en los dos países, su cultivo se ha ido reduciendo en los últimos años.
Los alimentos transgénicos más cultivados en nuestro país son variantes de:
- Soja
- Maíz
- Tomate
Esto sin tener en cuenta otros cultivos transgénicos de plantas sin fines alimentarios, como por ejemplo el algodón transgénico. Estas variedades de algodón han sido modificadas genéticamente para ser resistentes a insectos, lo que mejora la calidad y rendimiento del algodón cosechado.
Efectos sobre la salud de los alimentos transgénicos
Actualmente no sabemos a ciencia cierta si los alimentos transgénicos son más peligrosos para la salud que los convencionales.
En realidad, lo más probable es que no se pueda generalizar, y dependiendo de qué modificación genética presente pueda suponer un riesgo o no. En todo caso, recuerda que es importante que consultes cualquier duda que puedas tener sobre este tema con un especialista. Consulta el cuadro médico de Aegon para acceder a tu nutricionista más próximo.
El hecho de no tener estudios amplios ni a largo plazo sobre el consumo de alimentos transgénicos hace que la Unión Europea, y muchos ciudadanos, pensemos que se debe de limitar su comercialización e informar siempre al consumidor en caso de que algún producto contenga un alimento transgénico.
Aunque los estudios son pequeños, y muchos hablan de inocuidad, sí que algunos transgénicos han mostrado en roedores que podrían:
- Reducir la fertilidad
- Mostrar toxicidad en hígado y riñón
- Ser más alergénicos
- Provocar alteraciones en el sistema inmune
Te recuerdo que el sistema inmune no solo nos protege contra los patógenos, si no que también regenera nuestros tejidos y modula los procesos de inflamación. Un sistema inmune alterado implica por tanto un mayor riesgo defensas bajas, pero también de padecer atopias, dolor muscular o procesos de autoinmunidad.
Si te interesa cuidar tu sistema inmune, que a mí me parece fundamental para regular toda nuestra salud, te dejo nuestro post: Alimentos para fortalecer el sistema inmunológico.
Con esto ya me despido, espero que toda esta información te ayude a tomar tu propia decisión sobre la conveniencia o no de fomentar los alimentos transgénicos. Algo que la sequía que estamos padeciendo ha vuelto a poner sobre la mesa, por si pudieran emplearse cultivos transgénicos más resistentes a la escasez de agua.
En cualquier caso, la información es poder, y nosotros como consumidores, tenemos la responsabilidad de ejercerlo. Muchas gracias por llegar hasta aquí, y recuerda que en Aegon siempre podrás encontrar la mejor información sobre alimentación y salud.
