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Fobias a la comida: fagofobia, neofobia, cibofobia, lacanofobia y micofobia

mujer sufriendo fobia a la comida

La fobia a la comida, igual que el resto de fobias, son reacciones de miedo irracional ante estímulos inofensivos o ante estímulos no tan inofensivos, pero que se encuentran bajo control. Por ejemplo, porque la persona dispone de los recursos necesarios para hacerle frente.

💡 En esta entrada puedes ver algunos tipos de fobia: Tipos de fobias: cuáles son y en qué consisten.

Las fobias suelen aparecer a partir de la etapa infantil o adolescente, y se suelen adquirir por aprendizaje, tanto por experiencia directa con el estímulo fóbico, como por la observación de otras personas.

Las personas que padecen una fobia suelen reconocer que se trata de un comportamiento irracional y exagerado, pero, a pesar de ello, siguen evitando o tratando de evitar el afrontar estas situaciones o estímulos. En determinados casos, esto les causa gran interferencia en su vida cotidiana.

Si quieres saber en qué consiste la fobia a la comida, los diferentes tipos que hay y cómo superarlas, sigue leyendo.

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¿Existen fobias a la comida?

Dentro del mundo de la alimentación y los alimentos podemos encontrar diferentes tipos de fobia a la comida, que incluyen desde el miedo a probar alimentos nuevos, hasta el miedo a tragar la comida o, incluso, el miedo a comer determinados tipos de alimentos por miedo a sufrir una intoxicación.

Es decir, se puede tener fobia a un alimento determinado o a ciertas acciones relacionadas con la alimentación, como el hecho de tragar. La persona que padece la fobia a la comida, evita activamente el alimento en cuestión o la situación y su reacción es desproporcionada al peligro real que plantea el alimento/situación.

La consecuencia principal es la evitación activa del estímulo fóbico, lo que puede conducir a restringir de manera exagerada la ingesta, pudiendo llegar a producir desnutrición y un infrapeso grave. La alimentación es una necesidad primaria, por lo que, si esta se ve alterada, puede acarrear graves consecuencias.

Las respuestas fóbicas resultan desadaptativas y pueden afectar a la vida diaria de las personas, lo que hace que requieran atención profesional, sobre todo cuando la fobia afecta a una necesidad fisiológica básica como es la alimentación.

Fagofobia

La fagofobia consiste en el miedo a tragar los alimentos, motivando el rechazo a la comida por temor a ahogarse o asfixiarse en el momento de tragar los alimentos.

La fagofobia se puede producir a cualquier edad y, generalmente, se asocia a un episodio de atragantamiento que la persona interioriza como un suceso traumático que evita volver a padecer.

Pero la fagofobia también puede aparecer junto con otros miedos o fobia a la comida, o en personas con dificultad para tragar debido a la ansiedad.

El miedo a tragar puede producirse ante alimentos sólidos, pero también líquidos. Este tipo de miedo extremo a tragar que ocasiona la fagofobia, puede causar muchas complicaciones psicológicas y físicas en aquellas personas que lo padecen.

A diferencia de los trastornos alimenticios, este miedo es irracional y genera en la persona la sensación de que su garganta se estrechará a la hora de comer.

La tendencia a padecer fagofobia puede acarrear otras dificultades como bajar de peso en exceso, falta de nutrientes, inseguridad o miedo a morir, entre otros. También afecta a las relaciones sociales, ya que la comida es un acto que tiende a compartirse y la persona evita exponerse ante los demás por miedo a ser juzgada.

Además de fobia a la comida, hay personas que desarrollan esta fobia con la ingesta de pastillas o medicamentos. Si no se recibe ningún tipo de tratamiento, las personas que sufren este miedo extremo ante las comidas pueden sufrir complicaciones muy graves relacionadas con una dieta deficitaria. Incluso, la fagofobia puede acabar en una falta de interés por la comida, en una pérdida de peso o incluso en un trastorno anoréxico.

Neofobia

La neofobia es el miedo irracional o resistencia a probar nuevos alimentos.

Este rechazo habitualmente se presenta en la primera infancia y no se considera patológico, aunque si este comportamiento se alarga mucho más de los 6-7 años, puede provocar cuadros de desnutrición si el niño evita sobre todo verduras y frutas. Igualmente, también aparecen situaciones en adultos, pero son casos menos frecuentes.

Las personas que lo padecen se niegan rotundamente a probar alimentos nuevos sin degustarlos con anterioridad, sin saber si están malos o buenos. En cierto modo, todos podríamos decir que tenemos un grado de neofobia cuando evitamos incorporar alimentos que no forman parte de nuestra cultura o nuestros hábitos alimentarios, pero esto no nos genera una alteración de nuestra vida diaria.

Uno de los problemas de padecer neofobia, es que la persona que lo sufre no toma todos los nutrientes que el cuerpo necesita y en un futuro puede desarrollar cualquier enfermedad ocasionada por esa falta de nutrientes.

La neofobia alimentaria infantil es habitual y no significa que el niño sea un mal comedor, sino que es una característica infantil frecuente que tiende a desaparecer con el tiempo y existe, además, una cierta predisposición genética. Porque la neofobia alimentaria se puede asociar a una cuestión de supervivencia, a modo de un instinto primitivo que presentamos los animales omnívoros.

Todos los seres vivos somos recelosos a lo desconocido porque puede suponer una amenaza para nuestra vida. Este comportamiento podría significar un mecanismo de defensa para evitar las intoxicaciones alimentarias y aquellos alimentos potencialmente venenosos que causen la muerte.

Cibofobia

La cibofobia es el miedo irracional a comer y a los propios alimentos en general, más relacionado con la seguridad alimentaria que con alimentos concretos.

Una persona que sufre cibofobia está permanentemente preocupada por sufrir una posible intoxicación o alergias alimentarias, revisando de forma exagerada el buen estado de los alimentos, la fecha de caducidad, etc. Esta fobia a la comida puede darse tras haber padecido una intoxicación o alergia que haya supuesto un proceso alarmante y desagradable para la persona.

Las personas con miedo a comer suelen caracterizarse por:

  • Muestran una obsesión irracional hacia los alimentos, que puede llevarlos a obsesionarse por los nutrientes que contienen, por su procedencia, por la fecha de caducidad, los ingredientes… Por ello, se obsesionan con leer las etiquetas de los alimentos.
  • Rechazan tomar alimentos perecederos o poco cocinados, por miedo a que contentan sustancias tóxicas o gérmenes; o bien, que puedan causar alguna enfermedad.
  • Desconfían de la comida elaborada por otras personas. Por lo general, solo confían en lo que cocinan ellas mismas, pues necesitan conocer en exactitud qué comen o cómo se ha cocinado el plato.
  • Evitan comer alimentos preparados en días anteriores por el miedo a intoxicarse.

Lacanofobia

La lacanofobia es el miedo persistente, anormal e incontrolable, a los alimentos vegetales, y puede darse hacia un solo vegetal o a varios, o incluso a las frutas.

Generalmente, las personas que padecen lacanofobia tienen miedo hacia una sola verdura y no pueden siquiera verla, tocarla o estar cerca de ella, mucho menos consumirla. Quienes padecen lacanofobia suelen tener más riesgo de sufrir carencias nutricionales, sobre todo, si las verduras que generan miedo son varias y no una sola.

Es una fobia a la comida poco común, cuya causa puede estar relacionada con alguna mala experiencia en el pasado con alguno de estos alimentos, aunque, como en el resto de las fobias, las causas no tienen por qué estar claras siempre.

💡 Puedes saber más sobre otras fobias raras aquí: Fobias raras que tal vez no conocías.

Micofobia

La micofobia se refiere a un persistente, anormal e injustificado miedo o aversión hacia las setas u hongos, y el posible riesgo de envenenamiento.

Las personas que padecen micofobia no solo rehúsan de comer setas o platos que las contengan, sino que tampoco pueden mirarlas ni tocarlas. 

El miedo a los hongos y las setas causado por la micofobia muchas veces se desprende de la creencia de que todos son potencialmente venenosos y que su ingesta puede causar la muerte. En ocasiones, el origen de esta fobia a la comida está en un incidente traumático en la infancia de la persona.

Las personas con micofobia, ante el contacto directo o visual con una seta, presenta los mismos síntomas que las personas con otro tipo de fobias:

Cómo superar las fobias a la comida

Como el resto de las fobias, es necesario acudir a un profesional de la psicología y tratar de comprender el origen de ese miedo irracional.

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Con la terapia psicológica se puede conseguir transformar esa serie de miedos irracionales y también la conducta que se está siguiendo hasta este momento. El objetivo de la terapia será siempre que no se genere ese miedo especifico y disminuir la ansiedad relacionada.

💡 Visita nuestro artículo sobre cuándo ir al psicólogo por primera vez para terminar de convencerte sobre la importancia de la terapia psicológica.

Además de acudir a terapia psicológica, las personas que sufren alguna fobia a la comida pueden realizar una serie de ejercicios para intentar combatir los síntomas asociados a la ansiedad que se siente ante esos miedos:

  • Practicar mindfulness: el mindfulness puede ayudar a calmar los síntomas asociados a la fobia a la comida. Practicado de forma regular promueve el alivio del estrés y la relajación. 
  • Ejercicios de respiración y de relajación: se ha demostrado que los ejercicios de respiración y relajación, como por ejemplo la técnica de relajación de Jacobson, también pueden ser muy efectivos para disminuir los síntomas de ansiedad asociados a las fobias. Estos ejercicios ayudan a la persona a regular el sistema nervioso central, así como aliviar los síntomas de la fobia a la comida.
  • Hábitos saludables: las personas que tienen hábitos de vida saludable suelen sufrir con menor grado los síntomas asociados a una fobia a la comida. Por ello, es recomendable hacer más ejercicio, dormir más horas, así como llevar una dieta más nutritiva.

Recuerda acudir a un profesional si la fobia a la comida está limitando tu día a día.

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Psicóloga

Licenciada en Psicología, Máster en Trastornos Postraumáticos, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias, y Vicepresidenta de la Federación Internacional de Psicología en Emergencias (FIPE-IFEP). Más de 20 años de experiencia en asesoramiento psicológico e impartición de actividades formativas presenciales y online.

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